La Justicia Penal de La Plata avaló un acuerdo de instancia abreviada con el ex fiscal Fernando Cartasegna y le impuso una pena de tres años de prisión en suspenso. Fue por los delitos de “incumplimiento de los deberes de funcionario público, peculado de caudales o efectos y otros”, que el imputado reconoció, tanto en su descripción como en la calificación legal, se informó oficialmente.
Por el monto de la sanción, Cartasegna no la deberá cumplir encarcelado y terminará agotando el plazo hasta su extinción si no comete nuevos delitos. Por lo que trascendió de fuentes judiciales, la falta de antecedentes penales no jugó en favor del acusado por el tipo de cargo que ostentaba y su importancia. Sí se tuvo en cuenta sus antecedentes psiquiátricos (internaciones y hasta un intento de suicidio), ya que se presume que evidenciaba un cuadro de presuntos desequilibrios al momento de la comisión de los hechos, cuya responsabilidad admitió.
El acuerdo, que trascendió en las últimas horas a pesar de que llevaba un tiempo de materializado, también abarcó la imposición de costas.
En la elevación a juicio se dio por acreditado que el 23 de febrero de 2017 Cartasegna “omitió deliberadamente efectivizar (...)”, en una vivienda de 66 entre 144 y 145, el secuestro de “diferentes elementos informáticos relacionados al delito de Distribución de Pornografía Infantil -artículo 128 del Código Penal-, que allí se investigaba, dejando de impulsar de ese modo, la persecución de un delito, cuya investigación estaba bajo su competencia” (hecho I).
También, que “el entonces titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 4 de La Plata, eludiendo el sistema ordinario de registración de causas por medio de la Mesa General de Entradas Departamental, ordenó crear 16 carátulas de expedientes judiciales, obteniendo el correspondiente registro en el Sistema Informático del Ministerio Público, sin que existieran hechos delictivos denunciados reales que justifiquen dicha registración, haciendo insertar de ese modo en un documento público formalmente auténtico, la falsa declaración de un hecho de relevancia penal que investigar” (hecho II).
Además, que “con anterioridad al día 3 de Mayo de 2017, el entonces titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 4 de La Plata, sustrajo de los armarios de efectos ubicados en su despacho, y en la Secretaría, (...) apartándolos así de la esfera de custodia de la Administración Pública” (hecho III).
Por último, que “con anterioridad al día 19 de Mayo de 2017, el entonces Titular de la Unidad Funcional de Instrucción y Juicio Nro. 4 de La Plata, en armarios y distintos espacios de la dependencia, poseía sin registrar, inventariar, y sin los sellos que permitieran su individualización y localización en las investigaciones respectivas” (hecho IV).
Por último, se detalla que resulta “indiscutible circunstancia de que el nombrado, en su calidad de agente fiscal, estaba a cargo de al Unidad Funcional de Instrucción y Juicio N° 4 de La
Plata al momento en que ocurrieron los hechos descriptos, y como tal dentro de su ámbito de competencia, se encuentra el deber de promover y ejercer la acción penal, y el de practicar y dirigir la investigación penal preparatoria.
En 2017 Cartasegna denunció que fue atacado en su despacho de la disuelta UFI 4 de nuestra ciudad, donde apareció maniatado en el piso. Incluso escribieron “Nisman” con azúcar y empapelaron el edificio con un panfleto con su foto y la leyenda “Conozca al próximo Nisman”. De todas formas, una pericia de Gendarmería determinó que los panfletos se imprimieron
desde una PC y con una impresora que estaba en el ex despacho de Cartasegna al que solo él tenía acceso.
Tras la denuncia, el magistrado fue licenciado y su fiscalía intervenida. Las irregularidades halladas eran tales que se ordenó la disolución de la UFI N° 4 y sus expedientes redistribuidos.