Parecía un juicio oral más, por delitos bastante recurrentes en estos tiempos violentos, como son los de amenazas calificadas y daño, pero éste terminó en un verdadero escándalo. Es que el hombre que estaba sentado en el banquillo de los acusados amenazó a un testigo dentro del recinto y quedó detenido, pese a que había llegado al proceso en libertad.
Fue en el Juzgado Correccional Nº 3 de La Plata, a cargo de la jueza Belén Piccone, donde el imputado -con antecedentes penales-, arrancó el debate con un alto nivel de virulencia verbal, sobre todo hacia las víctimas, que eran vecinos suyos.
Por eso la fiscal Helena de la Cruz, representante del Ministerio Público, solicitó una medida de restricción perimetral y un rondín de custodia, que la magistrado autorizó. A la segunda jornada, siempre en base a informantes del caso, el hombre “no paró de lanzar frases intimidantes hacia la fiscal y la jueza, del tipo “no me voy a olvidar de sus caritas”.
Fue en esas circunstancias que, al requerir la presencia de otro testigo, el acusado gritó: “Listo, ahora salgo y lo pongo”.
Ante esa conducta en flagrancia, De la Cruz le requirió la detención, que convalidó la jueza Piccone. La causa, por amenazas y desobediencia, quedó en trámite ante el fiscal Álvaro Garganta.
A LA DEFENSA SE LE QUEMARON LOS PAPELES
También quedó en una posición complicada la defensora oficial del acusado, que “llegó a juicio por amenazas y se la pasó vociferando contra todo el mundo”, indicó una persona de tribunales.
“Es como que él solo aportó prueba de lo que es capaz de hacer”, agregó. Se supo que el hombre quedó detenido y en esa condición esperará el veredicto, que se conocerá el próximo lunes.
Por la imputación con la que llegó al debate, De la Cruz le requirió cinco años de prisión
por los cargos de amenazas calificadas y daño.
En ese punto, se explicó que se agravó la acusación del hecho 2, porque, a entender de la fiscalía, quedó acreditado que la amenaza con arma de fuego fue para que levantaran la primer denuncia.
Se supo que justo antes del pedido de detención, hubo un fuerte cruce entre el acusado y la fiscal: “Usted se piensa que le tengo miedo?”, gritó el imputado y la respuesta, contundente, fue: “¿Se piensa que yo le tengo miedo a usted?”.
OTRA CITACIÓN A JUICIO
Ante la contundencia de la prueba, el fiscal Álvaro Garganta ya le requirió la elevación
a juicio de la causa por las amenazas en el recinto.
“Que en tal sentido tengo en cuenta la mendacidad del encartado quien encontrándose en pleno juicio de debate por hechos similares a los aquí investigados, y sin importar la investidura de la señora Juez y de la señora Agente Fiscal, comete los hechos que motivan la presente”, mencionó el titular de la UFI Nº 11 en su dictamen.
“Que por lo expuesto, a criterio de este Ministerio Público la medida de coerción solicitada
resulta viable para asegurar los fines del proceso ”, agregó. El expediente pasará ahora al Juzgado Correccional que por turno corresponda para su intervención. Al ser indagado, el sospechoso se negó a declarar. Y, esta vez, guardó silencio.