El crimen de Ezequiel Altamira, el chico de 16 años asesinado a la salida de un boliche en la localidad bonaerense de Ituzaingó y por el que hay detenido un menor de 14 como principal sospechoso, reavivó un debate tan antiguo como irresuelto: el de la edad de imputabilidad.
Un funcionario del ministerio de Seguridad de la Nación, Fernando Soto, lanzó en una entrevista que le hizo Diego Leuco, en radio Mitre: “Es absurdo que no sea punible un chico de 15 años”. Soto es abogado y director Nacional de Normativa y Enlace Judicial de la cartera que dirige Patricia Bullrich.
Por ahora, el adolescente no punible está encerrado con una medida de seguridad en la causa que se investiga como homicidio en ocasión de robo. El chico, acusado de haberle fracturado la cabeza a Ezequiel con una manopla para
desmayarlo y luego robarle el celular, quedó alojado en un instituto de régimen cerrado del que podrá salir en seis meses y no tendrá condena.
Soto, en su rol de funcionario de la cartera de Bullrich que trabaja junto al Ministerio de Justicia en el proyecto de ley que está tratando el Congreso sobre la baja de la imputabilidad, explicó que hace falta un “cambio de toda la Ley de Menores”. Y agregó: “Es una deuda del Estado con la sociedad”.
“La Ley de Menores tiene casi medio siglo de antigüedad, 44 años sin cambiar. Hoy en día un chico de 16 años puede conducir automotores, elegir al Presidente de la Nación y, si es mujer, hacerse un aborto. Ahora, con 15 años, 11 meses y 29 días, es un pobre chico o chica que no sabe que robar y matar está mal. Entonces, lo mandan a la casa sin que pase nada. Un absurdo”.
Para reforzar su idea, Soto puso como ejemplo la legislación de otros países. En Chile, por ejemplo, el piso para no ser punible es hasta 14 años; en Brasil y Venezuela, de 12; y, en Uruguay, de 13. “El promedio de edad en América Latina es de 11,5 años. Hay países en el mundo, países ordenados, que penalizan a los menores a partir de los 12 años. En Suiza, desde los 9. Entonces, la edad es una pauta. No es la única pauta, pero es una pauta importante”, consideró.
El abogado que defendió a Luis Chocobar -los delincuentes que atacaron al turista estadounidense y le dieron 11 puñaladas eran menores-, recordó también el crimen del playero de Rosario Bruno Busanich: “El que lo mató era un menor de 15 años. ¿Qué hizo la justicia? Nada. Lo mandó a la casa. Lo estamos protegiendo desde el ministerio de
Seguridad, porque los mismos narcotraficantes que lo mandaron a matar lo quieren matar a él. Son victimarios y víctimas también”.
Soto explicó que se han reunido con los jueces de menores y que les dicen que quieren “intervenir cuando hay menores de edad en peligro que cometen delitos”. Y continuó sobre ese punto: “En Capital, incluso, hay varios chicos menores de 16 años con homicidios y los defensores oficiales se presentan y dicen: ‘No juez, usted tiene que dejar
de intervenir, no meterse’. Y se les terminan las herramientas a los jueces que quieren ayudar y no quieren castigarlos”.
“Estos mismos chicos son los que terminan muertos por bandas enfrentadas en la venta de drogas, en un enfrentamiento o por cualquier otra causa. La familia no los contiene”, cerró el abogado.