Un kiosco-almacén que funciona las 24 horas en la esquina de 2 y 48, en La Plata, sufrió dos asaltos en los últimos 15 días, cometidos por jóvenes delincuentes que actuaron en pandilla. Lo peor de todo es que el local está muy cerca de la sede del ministerio de Seguridad de la Provincia. Frente a este panorama, uno de los empleados decidió salir a perseguirlos sin medir las consecuencias, justo después de que los ladrones iniciaron la fuga con dinero y mercadería, el miércoles por la noche. Dos de los responsables tenían armas de fuego.
Juan Gabriel (29), el protagonista de esta historia, reveló también que en su decisión de correr a los autores del ilícito fue acompañado por “dos de los cuatro o cinco clientes que estaban en el comercio" cuando irrumpió la bandita, "entre ellos dos parejas”.
“Los seguimos hasta la Estación de Trenes, donde el que escapaba con la caja registradora, que tenía bastante plata porque tuvimos muchos clientes antes y después del partido que jugó esa noche Estudiantes en su estadio, terminó tirándola a la calle. Por eso la recuperé completa”, contó. En contrapartida, lo que los tres justicieros no lograron recuperar fue el teléfono celular que le robaron a una de las clientas. La mercadería que hurtaron a modo de pirañas, tampoco.
El último incidente ocurrió a las 22.30 del miércoles, "cuando de repente vimos entrar a seis chicos de entre 12 y 13 años, vestidos con camperas y pantalones deportivos, todos en color negro, con gorritas", recordó el joven empleado. Dos mostraron armas de fuego.
"Afuera los esperaban dos cómplices. Todos estaban a cara descubierta y gritaban `Esto es un asalto, arriba las manos´. Parecía una película”, agregó Juan Gabriel. Los clientes se quedaron paralizados, los cinco minutos que duró el atraco. Y reflexionó: "La gente se cansó” y “se hartó” de la delincuencia.
El asalto anterior fue todavía peor, ya que a uno de los empleados lo obligaron a tirarse al piso, le pegaron una patada en las costillas y le robaron su billetera y teléfono celular.
A raíz de los asaltos en el mismo mes, en ese local se dispuso adoptar algunas medidas destinadas a tratar de frenar los embates delictivos. Informó al respecto que “de martes a domingo cerraremos a las 22 para trabajar con la puerta cerrada. Los clientes conocidos entrarán de a tandas. El resto, por ventanilla. Los lunes se procederá
igual, desde las 24”.
“Son recaudos", resalta Juan Gabriel, con pocas esperanzas de que funcionen por mucho tiempo: "Se las ingenian”, cerró.