Un delincuente atacó en su casa a una mujer de 57 años, violentando aquella manda de "no muerdas la mano que te da de comer". El brutal incidente dejó a la damnificada inmersa en un profundo estado de shock, por las pérdidas materiales que sufrió, pero, sobre todo, por las agresiones que recibió de parte del sujeto al que solía darle comida y ropa cada vez que pasaba pidiendo por la cuadra de 76 entre 120 y 121.
Por cierto, jamás imaginó el daño que terminaría sufriendo el último jueves, en la cotidiana maniobra de sacar la basura. Eran alrededor de las 9.30 de la noche cuando la víctima recordó que tenía algunas bolsas acumuladas en el patio y decidió dejarlas en el canasto de la vereda. Después de hacerlo, y todavía en la vereda, un sujeto se abalanzó sobre ella.
Si bien la víctima también tuvo el impulso de gritar para pedir ayuda, fue neutralizad en el acto con una amenaza verosímil: el atacante le puso una cuchilla en el cuello y le advirtió que si gritaba le cortaba el cuello. Luego, le aplicó varios golpes en la zona intercostal y ahogó así las últimas chances de la mujer para librarse de las calamidades que terminaría sufriendo.
Tras forzarla a abrir la puerta de su domicilio, de forma inmediata el hampón reforzó el clima de terror. “Puta de mierda. Dónde tenés la plata”, lanzó el despiadado sujeto mientras le apoyaba un cuchillo a escasos centímetros de la carótida. Una y otra vez la mujer le explicó que no tenía dinero. Luego de varios minutos, el violento ladrón optó por creerle. Aprovechando que la mujer intentaba recuperarse de la paliza, el delincuente comenzó a hurgar entre las pertenencias de la mujer apoderándose de los objetos de valor que estaban a la mano.
Al ver que todo estaba saliendo según sus planes, el agresor avanzó un poco más. Si dejar de mostrarle el cuchillo, le ordenó que permaneciera inmóvil y en silencio. Ella le rogó que se fuera, pero él exigió “vamos al baño”, mientras tocaba sus genitales. Consciente de lo que pasaría, la mujer se trenzó a golpes con el delincuente, quien decidió recular y abandonar la escena.
Se fue con varios objetos de valor, como ropa y calzado de la mujer, 44 mil pesos y un reloj.
El caso convulsionó al barrio, ya que el sujeto es conocido en la zona como una persona de escasos recursos que siempre estaba pidiendo ayuda. Ahora es buscado por la policía y su detención, según fuentes del caso, es “cuestión de horas”.