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El único acusado es un soldado

Va a juicio oral el robo de un misil en Arana

Luego de que la Cámara Federal de La Plata, integrada por César Álvarez y Jorge Di Lorenzo, se expidió sobre la imputación contra tres soldados por su presunta vinculación con  el robo de un misil antitanque TOW A-2 (una munición de guerra de gran poder de destrucción), dos de ellos quedaron desvinculados del proceso. No así Leonardo José Córdoba, quien deberá enfrentar un juicio oral por el delito de peculado.

El hecho se registró en 2015, en un polvorín del Regimiento de Infantería Mecanizado 7 de Arana, un predio del Ejército Argentino. Córdoba fue procesado sin prisión preventiva, al ser considerado penalmente responsable del delito citado y le trabaron embargo sobre sus bienes hasta cubrir 5.000.000 de pesos.

Según la investigación encabezada por el juez federal Alejo Ramos Padilla, el robo se trató de una puesta en escena y planteó la hipótesis que fue parte de una operación para perjudicar a las autoridades –militares y del Ministerio de Defensa de la Nación- de aquel momento.

Ramos Padilla calificó el hecho “de extrema gravedad para la defensa y seguridad Nacional. No solo por el potencial de daño, sino también por la hipótesis de que habrían sido las propias tropas las responsables de dicha sustracción”. En ese contexto, la instancia revisora confirmó la imputación para Córdoba, mientras que sobreseyó a los otros dos sospechosos, “con la mención de que el proceso no afecta el buen nombre y honor de que hubieren gozado”.

Ahora, tras el sorteo de rigor, la causa tramitará ante el Tribunal Oral N° 2 de La Plata.

De acuerdo a la reconstrucción que hizo la Justicia, Córdoba, ingresando al polvorín -una instalación subterránea con alta seguridad-, reportó un vidrio roto y una ventana abierta, minimizando la situación. A pesar de que dio aviso al oficial de servicio, el polvorín no se cerró, no se hizo un inventario ni se tomaron otras medidas de seguridad. Las actividades de la guarnición
siguieron con normalidad.

Un rato más tarde, le ordenaron a Córdoba trasladar otras municiones del depósito para que fueran utilizadas en un ejercicio militar. Tres días más tarde, oficiales de guardia descubrieron que el precinto de la puerta estaba inutilizado y lo informaron a un superior quien, recién el 12 de enero, luego de denunciar el robo en la Delegación La Plata de la Policía Federal, ordenó una inspección
en el lugar.

Los autores de la sustracción del misil habían ingresado al polvorín usando la llave de acceso, que Córdoba tenía en su poder y que era resguardada sin demasiadas medidas de seguridad.

El TOW 2 A era el misil más importante que había en el depósito de municiones y el único que quedaba en el escuadrón: pesaba 18 kilos, tenía 171 centímetros de largo y 15 de diámetro.

Una vez eyectado, alcanzaba 3.750 metros y una velocidad de 300 metros por segundo - casi equivalente a la velocidad del sonido-. Su poder de destrucción era tal que podía perforar 90 centímetros de acero.

El misil estuvo desaparecido siete años. En julio de 2022 fue encontrado por una cuadrilla de empleados municipales encargados de la limpieza en llamativas circunstancias, bajo un montículo de tierra, a diez kilómetros de la guarnición militar.

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