Tony Janzen Valverde Victoriano es “Pequeño J”, el supuesto autor intelectual de las torturas y asesinatos de Brenda del Castillo (20), Morena Verdi (20) y Lara Gutiérrez (15), las chicas de La Matanza que fueron encontradas enterradas en los fondos de una casa de Villa Vatteone, en Florencio Varela.
Sin embargo Leonel Del Castillo (39), padre de Brenda, está convencido de que el “Pequeño J” es un invento mediático o judicial.
“No existe el Pequeño J. ¿Pidieron un antecedente penal de Pequeño J? O sea... es un sobrenombre, es un apodo. ¿De dónde lo sacaron? Que me explique la Justicia de dónde sacaron ese nombre. ¿Cómo puede ser el autor intelectual un pibe de 20 años y ser líder de la supuesta banda? No, no puede ser nunca”, Del Castillo en una entrevista con Clarín.
Según los investigadores, Tony Janzen abandonó el colegio primario en cuatro grado, tiene dos hermanas y un hermanastro. Su padre se llama Jhanzen Valverde Rodríguez y su madre, Balvina Yuliana Valverde Rodríguez Janzen.
Por otro lado, se supo que era adulterada la imagen de la primera página de un supuesto pasaporte peruano atribuido a Janzen, que el ministerio de Seguridad bonaerense difundió en la madrugada del último sábado.
“A partir de todo el seguimiento que estamos haciendo, detectamos que quiere escapar del país y por eso liberamos cara, nombre y captura internacional”, decía el mensaje que fuentes de esa cartera propagaron entre la prensa. El texto incluía dos fotos de rostro y la imagen de ese documento público.
Sin embargo, fuentes que están al tanto del proceso de carga de alertas rojas dejaron trascender que ese pasaporte no forma parte del material identificatorio con el que se tramitó la notificación roja internacional para capturar a Pequeño J. Explicaron que dicha tramitación requiere de un oficio judicial, la identificación de la persona, la reseña del hecho, la tipificación del delito y el compromiso de extradición. Y el material identificatorio se valida por vías oficiales.
El documento difundido por el Ministerio presenta inconsistencias que llevaron a especialistas a advertir que podría tratarse de una imagen manipulada por inteligencia artificial: falta la leyenda bilingüe que los pasaportes peruanos despliegan en su portada interior o páginas de datos; aparecen fechas expresadas en inglés, en lugar del formato numérico habitual (día/mes/año); y variaciones de tipografía y alineación entre campos sensibles, como nombre y nacionalidad, entre otras irregularidades.
La notificación roja actúa como un pedido internacional de localización y detención a los países miembros, y su eficacia depende de la calidad y la confiabilidad de la información que la respalda. Cuando se incluyen huellas y fotografías verificadas, las posibilidades de identificar rápidamente a una persona buscada aumentan en controles fronterizos, aeropuertos y sistemas de consulta policial, se informó.
Pequeño J fue señalado en el expediente como autor material e intelectual del hecho y permanece prófugo. A partir de esa situación, el juzgado competente ordenó el pedido de captura internacional, que derivó en la emisión de la alerta roja, que será actualizada con fotografías y más datos del buscado.
Otro dato llamativo es que Janzen no tendría antecedentes penales en su país natal, según los papeles peruanos que recibió el gobierno. Luego se descubrió que esos presuntos registros “limpios” serían falsos, aunque los pesquisas están seguros de que el sindicado capo narco es virgen de prontuario en su país.
PERITAJES PENDIENTES
Por otro lado, el fiscal a cargo de la investigación de la masacre, Adrián Arribas, ordenará en los próximos días distintos peritajes a los objetos hallados en el allanamiento al refugio que Tony Janzen tenía en Isidro Casanova, jurisdicción de La Matanza. Se trata de una casa que sería propiedad de un familiar suyo.
Allí, la DDI de La Matanza encontró una pistola Glock calibre .40 con trece balas en el cargador y una caja de municiones American Eagle, ocultas en la goma espuma del colchón donde dormía el prófugo.
También se halló un equipo de gimnasia con campera y pantalón. En este último observaron a la altura del pubis una mancha que podría ser de sangre. En caso de que lo sean, los peritos deben determinar si esos rastros sirven para un cotejo y, en tal caso, si pertenecen a Brenda, Morena o Lara. Entonces, si, podrían ubicar a “Pequeño J” directamente en el lugar del triple femicidio.
En el aguantadero se incautó, además, un documento peruano de este familiar -cuyo nombre no coincide con ningún DNI argentino para extranjeros-, una serie de anotaciones manuscritas, un chip de celular, un ticket del Consulado del Perú con un alias de transferencia de dinero escrito a mano, un certificado de un giro de dinero a Perú por 400 dólares realizado por una conocida agencia, una entrada de cine, seis fotos de una cabina fotográfica de fiestas donde se ve a un joven que sería “Pequeño J” junto a un desconocido y un DNI argentino con su foto curiosamente recortada.
Para hoy se esperan las indagatorias de Víctor Lázaro Sotacuro, capturado en la frontera con Bolivia, presunto chofer del Volkswagen Fox usado como vehículo de apoyo de la Chevrolet Tracker donde fueron llevadas las víctimas, y Ariel Giménez, acusado de ser el supuesto enterrador de Brenda Morena y Lara
Mientras tanto, sigue abierta su búsqueda y la de su ladero, Matías Ozorio (28).
De éste se sabe que trabajó hasta julio de 2024 como camarero en una empresa que presta o prestó servicios en el Hospital Italiano.
Por último, un dato más: Fernando Burlando y Diego Storto son quienes podrían asumir la representación de al menos una de las familias, como sus abogados.