A principios de mes, cuando se dio a conocer el primer hecho en La Plata, todo parecía apuntar a que se trataba de una circunstancia aislada. Una “avivada” de un inescrupuloso, que pasaría a engrosar la lista de “rarezas” en el mundillo del hampa. Pero el caso ocurrido en las últimas horas parece haber dejado claro a los investigadores que se encuentran ante una banda cuyas acciones están cuidadosamente planificadas. La llaman los "arrendachorros".
En este caso, una propiedad que se encontraba en alquiler en un sitio especializado en alojamientos temporarios, quedó desvalijada por completo.
Todo ocurrió en la zona de Plaza Azcuénaga y se tiene certeza de que la maniobra fue ejecutada en cuestión de horas.
Como se indicó más arriba, el 1º de julio salió a la luz el caso de un hombre de 36 años, que alquiló su departamento ubicado en 14 entre 66 y 67 a través del mismo sitio web y terminó, literalmente, escuchando el eco de sus lamentos al encontrar su propiedad vacía.
Este hombre fue engañado por un sujeto aparentemente radicado en Tandil, que puso como excusa que llegaba a La Plata para asistir al entierro de su padre, cuando en realidad venía a dar un golpe orquestado con alto grado de detalle.
El trato que habían hecho mediante un conocido sitio web era que “el inquilino” iba a permanecer por un día en el lugar.
En ese marco, el domingo por la tarde, el propietario acudió al departamento para que le devolviera la llave y allí se encontró con que nadie lo atendía.
Luego de no recibir respuesta, ni a los llamados ni a los mensajes, decidió acceder con una copia. Y en ese momento confirmó sus sospechas: le habían sacado casi todo.
Se llevaron entre otros objetos ropa de cama, electrodomésticos y utensilios de cocina.
El mismo panorama se le presentó ayer a una familia cuya propiedad en alquiler se encuentra ubicada en la zona de 44 entre 17 y 18.
Este hecho comenzó a fraguarse el domingo cuando el estafador contactó a la víctima.
Según le expuso, su idea era llegar a La Plata el lunes y quedarse hasta el martes por la tarde. Si bien el check out debía hacerse en horas de la mañana, el propietario se mostró predispuesto a ofrecerle que se quedara hasta la tarde para brindarle mayor comodidad.
Después de todo, con este gesto, se aseguraría un cliente que muy probablemente valoraría su actitud y recomendaría sus servicios.
El lunes por la tarde el damnificado se encontró con el delincuente disfrazado de cordero en la puerta de la propiedad y le hizo entrega de una llave.
La frase “las apariencias engañan” volvió a confirmarse por enésima vez.
Es que el damnificado jamás sospechó que un sujeto que bajaba de una Dodge Ram iba a terminar desvalijando el lugar. De hecho, todo apunta a que utilizó dicho vehículo para llevarse la totalidad de los bienes.
Al día siguiente se puso en marcha la segunda fase.
El delincuente, por WhatsApp, le solicitó quedarse un día más poniendo como excusa que se sentía cansado para conducir y que le quedaban trámites por realizar.
Lo que en realidad estaba haciendo era ganar tiempo para terminar de desinstalar los dispositivos empotrados y para realizar la carga del botín al amparo de la oscuridad.
Ayer por la mañana comenzaron nuevamente los ida y vuelta con respecto a la devolución de la llave y el pago por el día extra que había contratado.
Mensaje va, mensaje viene, el dueño nuevamente terminó confiando en el sujeto y aceptó encontrarse con él a eso de las 14 horas para completar la transacción.
El hombre no sabía que lo único que estaba haciendo era darle tiempo al sujeto para, muy probablemente, comenzar a acomodar los objetos de valor que le había sustraído.
Al llegar al lugar a la hora acordada grande fue la decepción del locador cuando, luego de media hora de espera y de no recibir respuesta del sujeto, se decidió a ingresar.
Poco le quedó del rótulo con el que era ofrecida esta propiedad: “Departamento amoblado y equipado”.
Según el recuento físico que hizo el hombre se llevaron una heladera marca Dream de color blanca, un microondas de color gris marca Sanyo, una cocina eléctrica de marca Kipton de color blanca, dos televisores del tipo Smart, uno de marca Kanji de 32” y el otro BGH de 41”, una tostadora marca Smartlife y un pava eléctrica de color gris marca Kanji.
A tenerlo muy en cuenta a partir de ahora. La Plata, siempre está a la vanguardia del delito.