Un hombre de 73 años, su esposa de 72 y la hija de ambos, de 43, atravesaron por una experiencia traumática en su casa de 69 entre 13 y 14, donde quedaron a merced de cuatro delincuentes que se metieron allí mientras ellos dormían.
“Fue a las 2 de la mañana. Con mi marido dormíamos en nuestra habitación y nos despertamos cuando nos abrieron la puerta y encendieron las luces”, contó la dueña de la vivienda, Marta Liliana Mondino (72).
La imagen que tuvieron frente a sus ojos los hizo entrar en pánico. Es que, recordó, “estaban los cuatro vestidos completamente de negro, encapuchados, solo se les veía los ojos y además mostraron cuchillos y un cachiporra”. Los intrusos no dejaron de amenazar de muerte a sus víctimas, a quienes les taparon la boca y ordenaron que se mantuvieran calladas y en silencio. Querían joyas de oro y dólares, pero estaban en el sitio equivocado
“Les dije que acá no iban a encontrar dólares ni cosas de oro, que se habían equivocado de casa, porque somos jubilados. Pero uno de estos pibes se puso nervioso y me reclamó que me callara”, reveló la mujer. A la hija de la pareja la golpearon, enfurecidos porque gritaba.
Conscientes de que allí no encontrarían lo que pretendían, terminaron por conformarse con lo que encontraron. Después de revolver todo, huyeron con 15 mil pesos, dos notebooks, una impresora, un teléfono celular y un poco de ropa que pudieron recolectar en la media hora que duró el atraco. Según las víctimas, uno de los asaltantes refirió que eran de Quilmes, aunque es un dato a tomar con pinzas.
"Revolvieron todo, dejaron cosas tiradas por todas partes. Recién ahora estoy ordenando la casa, luego que viniera esta mañana la Policía Científica”, comentó Marta, admitiendo que siguen con miedo de que la banda regrese.