Menú Cerrar

La Plata

Choque y muerte: buscan por filmaciones a los motochorros que habrían perseguido a la víctima

Persiste la conmoción por la muerte de Sandro Sigfrido Ávila, de 36 años, tras un tremendo choque en 19 y 516, en Hernández. Todo hace suponer que el incidente se desencadenó cuando era perseguido por dos motochorros y trató de evitar el asalto  apurando la marcha de su Honda Titán. En esas circunstancias se cruzó de carril e impactó de frente contra un  VW Gol de color negro, cuyo conductor intentó evitar el choque, sin lograrlo.

Ávila estaba casado, era padre de tres hijos pequeños y residía en Berazategui, desde donde se levantaba muy temprano para viajar a trabajar a La Plata. Por eso esta historia provoca tanto dolor. Si bien el evento se va a investigar en el marco de un incidente vial, la versión de que el motociclista era seguido por dos rodados, supuestamente conducidos por delincuentes, partió del operador de turno de la Central de Monitoreo Municipal. La fiscal del Crimen en Turno, Virginia Bravo, no impartió directivas específicas a su área, hasta tanto de establezca si existió un delito previo.

Así, de no corroborarse que hubo una persecución, la pesquisa deberá desarrollarse en una fiscalía de Delitos Culposos. La que está de turno es la 10, a cargo de Carlos Alpino Vercellone, que ya mandó a relevar esas filmaciones, la existencia de eventuales testigos y la realización de los habituales peritajes de rastros, fotográficos y planimétricos.

Se trató de la muerte número 40 en lo que va del año en la Región, si se contabiliza el siniestro como un accidente. En principio lo es, salvo que al cabo de las distintas diligencias ya en marcha se pruebe otra cosa y se pueda establecer una imputación diferente.

Según la primera declaración que hizo el automovilista, de 30 años, con domicilio en Melchor Romero, este circulaba por la Avenida 19, en dirección descendente, cuando observó al motovehículo de Ávila que retomó por su misma arteria, pero en sentido opuesto. Es decir, en contramano.  Una vez producida la colisión frontal, ambos rodados traspasaron la rambla divisoria de carriles.

Ávila ocupaba un puesto en una empresa situada en 19 entre 515 y 516, es decir, a pocos metros de la escena del luctuoso embiste. Por eso se presume que pudo intentar huir hacia su lugar de trabajo, creyéndolo una zona en la que estaría a salvo de cualquier intento delictivo.

“Era un tipazo, una gran persona”, lo recordaron sus compañeros. “Venía a trabajar y lo perseguían dos tipos en motos. Intentó zafar y se cruzó de carril para entrar directamente a la empresa. Se asustó, se quiso apurar y ahí fue cuando chocó de frente con el auto”, relataron.

Más noticias

Acceder

Registro

Restablecer la contraseña

Por favor, introduce tu nombre de usuario o dirección de correo electrónico y recibirás por correo electrónico un enlace para crear una nueva contraseña.