Una práctica delictiva recurrente en esta era digital es la “pornovenganza”, término que alude a la difusión sin consentimiento, tanto en redes sociales, grupos de chats, como en sitios de internet, de imágenes íntimas con el objetivo de humillar a una persona. En la mayoría de los casos, los responsables de estas maniobras son las ex parejas de las víctimas.
En nuestro país esta forma de violencia no es considerada propiamente un delito, por lo cual no está tipificada, y en el Congreso se analizan distintas propuestas que buscan enmarcarla en una figura penal. En las últimas horas salió a la luz el caso de una vecina platense que denunció a su ex pareja, por hacer circular entre allegados y amigos imágenes de su intimidad. El hombre está actualmente preso, pero, según la denunciante, el hostigamiento y las amenazas continúan.
Si bien aclaró que el caso se remonta al 2020, Gabriela decidió hacer pública su situación porque su vida se vuelto -dijo- una "pesadilla". En diálogo con el diario El Día, Gabriela contó que todo comenzó después de la ruptura de la relación: “Se apoderó de fotos mías, fotos íntimas. Incluso tengo entendido que ha editado imágenes. Desde hace tiempo, esas fotos son enviadas a familiares y amigos, contactos que tengo agendados. Tengo mucha gente conocida porque siempre trabajé en lo que es ventas”.
Según Gabriela, el acusado también se apoderó de toda la información que estaba en su computadora, incluidos sus contactos. “Me denigra como mujer. Me amenaza de muerte, dice que me van a prender fuego”, describió. A pesar de que “en enero de este año se produjo la detención de este sujeto” asegura la mujer que sigue "en la misma situación”.
“Muchos dirán, ah pero persona está presa, está detenida... Pero me dan a entender que es él. Hay fotos puntuales que solamente él las tenía. Cómo puede ser que estando detenido hayan llegado a otras personas”, planteó.
Acerca del difícil momento que atraviesa, refirió: “Tanto mi pareja como yo estamos amenazados de muerte a través de mensajes de texto. Dicen que mi pareja va a vivir hasta que la paloma salga en libertad”, por lo cual la mujer no tiene dudas de que se trata del acusado.
“Nunca pensé que una relación pudiera terminar en estos términos. Tuvimos una relación de dos años. Y todo pasó una vez que la pareja se había disuelto. Ahí me empecé a enterar de cosas y está todo denunciado, es por eso que él hoy está detenido”, dijo. Sobre el denunciado describió que “es una persona violenta, tiene problemas psiquiátricos. No lo digo yo, lo dice su medio. Le pedí que dejara de hostigarme, pero se empecinó en seguir y seguir. Y ahora él dice que la culpable de que él este preso, soy yo”.
Mientras espera el juicio oral, teme Gabriela que el hombre recupere la libertad. Y se pregunta: "¿qué va a pasar conmigo y con mi familia. A mi hijo le mandaron mensajes en donde le dicen un montón de cosas. Y todo eso sale de la boca de alguien que conoció mi entorno familiar. Saben todo el tiempo donde estoy y eso me tiene aterrada. Llegó a un lugar y a los cuatro minutos me llega un mensaje”, remarcó.