La conmoción y el espanto invadieron ayer por la tarde a una mujer que reside en Villa Elisa, luego de que salió a la luz el calvario que estaba padeciendo su hija.
Tal habrá sido la angustia de esta nena de apenas 12 años, que, en plena jornada escolar, decidió sacarse la tremenda carga que pesaba sobre sus hombros. Desde la escuela envió un mensaje urgente a su madre para advertirle sobre una situación que la venía atormentando desde hacía un tiempo largo.
Minutos más tarde, llegaron a su teléfono capturas de pantalla que revelaban el hostigamiento que estaba sufriendo: mensajes de contenido sexual enviados desde una cuenta de Instagram.
La sorpresa y la angustia se intensificaron cuando la madre reconoció en la foto de perfil al presunto acosador: un conocido de la familia. Sin tiempo que perder, acudió junto al padre de la menor al domicilio del señalado, con la intención de pedirle explicaciones.
Allí, el sospechoso negó las acusaciones, exhibió su cuenta en el celular y aseguró que no tenía a la niña entre sus seguidores. Sin embargo, las pruebas que la menor había guardado eran contundentes. Pese a ello, el propio sospechoso terminó confirmando de alguna manera que efectivamente sí estaba vinculado en las redes con la menor cuando, horas después, bloqueó a la adolescente desde la cuenta cuestionada.
La madre de la víctima relató con temor que no se trataba de un episodio aislado. Vecinos y allegados le habrían comentado que esta persona ya había tenido comportamientos similares con familiares directos, lo que incrementa la preocupación.
Frente a la gravedad de los hechos y a la evidencia digital, la familia decidió formalizar la denuncia y aportar las capturas como prueba.
El caso fue caratulado como “acoso y hostigamiento a menor de edad mediante redes sociales”, también conocido como grooming y se investiga bajo la hipótesis de que el acusado aprovechó su vínculo previo con la familia para acercarse a la niña.