Con la declaración de los primeros denunciantes, el martes se completó la segunda jornada del juicio por jurados que se le sigue al urólogo de La Plata Pablo Colaci, acusado por más de 17 de casos de abuso sexual, uno de ellos a un menor de edad, en el desarrollo de su actividad profesional. Fuentes judiciales confirmaron que fueron relatos cargados de bronca y dolor, con algunas interrupciones producto de ese estado de ánimo y lo complejo que resulta hablar de este tipo de cuestiones frente a terceros. “Recordar todo, aunque sea desde un testimonio, puede ser revictimizante. No es fácil”, agregaron, sin pasar por alto que “todos los que declararon refieren, en esencia, la misma situación de abuso”.
“Se trató de maniobras con los pacientes recostados en una camilla, el médico de espaldas sobre sus cuerpos y maniobras totalmente fuera de lugar”, indicaron. De acuerdo a los informantes, el primero en exponer su experiencia recordó que pidió una audiencia con el director de la clínica donde trabajaba el urólogo y también con el propio Colaci. “Les dije de todo y lo denuncié. Esa vez vi que tenía en su boca el gel que me había puesto en el pene. Cuando lo interpelé, me respondió que se lo había pasado sin querer por la cara sin sacarse el guante”.
Otro denunciante mencionó que “directamente en un momento le vio su pene en su boca. Que se paró y se fue, pero quedó en shock, paralizado”. De acuerdo a lo convenido en la previa al proceso, se acordó que Colaci iba a tener la posibilidad de expresarse al término de cada declaración. Y no solo lo hizo desmintiendo los dichos acusatorios, a los que describió como “fantasiosos” o “inventados”, sino desde un plano científico, con explicaciones de su expertis y cómo trata cada patología.
Para la fiscal Helena de la Cruz, que suma en la acusación la participación de la abogada Andrea Mattessich, en el rol de particular damnificado, es muy difícil que varias personas, que no se conocen entre sí, se pongan de acuerdo para relatar la misma trama, lo que robustecería el valor de las declaraciones.
Por otro lado, hay vasta jurisprudencia que le dan mucho valor al relato del ofendido, por las circunstancias en las que se producen este tipo de ataques. Por ejemplo, ésta que cita: “Los ilícitos perpetrados en perjuicio de la libertad sexual usualmente se consuman en el ámbito de intimidad predispuesta por el propio agresor y en el que resulta inusual la presencia de testigos a través de cuya declaración pueda reforzarse la prueba reunida. Por ello, a fin de evitar la creación de espacios de impunidad indeseables, se ha reconocido que la declaración de la víctima puede constituir una actividad probatoria hábil para provocar el decaimiento de la presunción de inocencia que ampara al imputado”.
Por otro lado, la defensa del urólogo consideró que el saldo de la audiencia fue bueno, ya que, a su criterio, las diferencias que se produjeron con las declaraciones tienen cómo zanjarse. Por ejemplo, con las fichas médicas que tenía Colaci de sus pacientes y que quedaron secuestradas. “Son de particular relevancia”, advirtieron. También hubo oposiciones a ciertos planteos de la fiscalía, a las que la jueza penal de La Plata Silvia Hoerr -a cargo de controlar el juicio- hizo lugar.
Es que al margen de la presencia del tribunal lego, con 12 integrantes, quienes deberán dar su veredicto de culpabilidad o no culpabilidad, la magistrada es quien está detrás de todos los movimientos del proceso.
En los alegatos de presentación, tanto la fiscal De la Cruz, como la abogada Mattessich, aseguraron que se probará la verdad de los abusos. De la Cruz habló de una mecánica similar en cada uno de ellos, con colocación de gotas o cremas, tocamientos y masturbaciones a sus pacientes, todos hombres, además de lanzar presuntas frases impropias como “tenés una buena herramienta, tu señora estará contenta” o “tenés un pene joven, tu novia estará satisfecha”. Incluso refirió que hubo situaciones de sexo oral y hasta tacto rectal.
Los defensores José Luis Villada y Gabriel Mendy, por su lado, admitieron que los denunciantes "pudieron sentirse menoscabados y abusados, pero bajo ningún concepto hubo abuso". “Colaci es una eminencia en urología. Fue medalla de oro en la UNLP, premiado. Hay 17 denuncias, no 17 abusos. La acusación debe probarlo, pero nosotros estamos en condiciones de refutar cargo por cargo”, aseguraron.
El juicio seguirá hoy, desde las 10 de la mañana, con más declaraciones.
