Una mujer de 93 años y su cuidadora quedaron a merced de tres sujetos que las sorprendieron mientras dormían, las amenazaron con las peores cosas y las mantuvieron cautivas durante más de una hora, porque los intrusos no se convencían de que en esa casa de Olmos no había los dólares ni las joyas que esperaban encontrar. Todo lo que había eran dos mujeres indefensas y aterradas, la mayor de ellas con un deterioro cognitivo que no sirvió de freno inhibitorio para estos salvajes.
Fuentes oficiales confirmaron que este calvario comenzó alrededor de las 4 de la mañana del miércoles en una vivienda ubicada en 44 y 201, a donde los delincuentes ingresaron después de forzar una reja y la ventana del baño.
Lo primero que hicieron fue despertar a la dueña de casa, para exigirle que revelara dónde guardaba sus ahorros. Debido a sus limitaciones cognitivas la mujer no pudo
expresar más que terror y desconsuelo. De un segundo a otro, sus aposentos se convirtieron en una trampa sin salida. En ese momento que apareció la cuidadora de la mujer, quien se hallaba en otro sector de la casa. Pese a que la mujer les repitió en reiteradas ocasiones que depusieran el hostigamiento contra la jubilada, los sujetos no hicieron caso.
Por eso, a la cuidadora no le quedó otra opción que entregarles su salario, que había cobrado recientemente. No conformes con eso, los asaltantes tomaron las joyas que la jubilada tenía en un cajón. Como sucede en estos casos, las alhajas tenían más un valor simbólico que económico: una alianza de casados y una medalla de oro con la figura
de la Virgen María. Ofuscados con el magro botín, los sujetos iniciaron una frenética búsqueda.
Recién alrededor de las 5.30 de la mañana, la pesadilla para estas mujeres terminó con la fuga de los maleantes. Para ganar tiempo, los sujetos encerraron a las víctimas en la habitación y les ordenaron que permaneciera allí por varios minutos. Luego tomaron las llaves de la morada y abandonaron el lugar por la puerta principal.