Un drama anunciado del que se han escrito decenas de crónicas. Y no frena. El tránsito en la Región de La Plata ya provocó 50 muertes. Una enormidad. Las causas son las conocidas por todos. En el 99,99 por ciento de los casos, la imprudencia humana, el hago lo que quiero, total, no me va a pasar nada, pero los números, la fría estadística, dice lo contrario.
A dos meses y medio de culminar este año y, en medio de una ola de siniestros viales, que también deja a muchas personas con lesiones y secuelas irreversibles para toda la vida, los accidentes de tránsito volvieron a ser noticia en la Región y no de las buenas: en las últimas horas un choque entre una moto y un camión dejó como saldo el fallecimiento de un nene de 3 años, muerte que aceleró y agravó una problemática que parece no tener solución. Es que en total, en lo que va de 2024, los siniestros fatales treparon a ese medio centenar de víctimas. Sucedió en La Plata, Berisso y Ensenada.
El último de esta fatídica lista fue Bairon Nuñez (3), un pequeño que ayer en horas del mediodía murió tras un accidente de tránsito en la zona de 117 entre 91 y 92, en Villa Elvira.
Según indicaron fuentes policiales, el niño viajaba de acompañante en una moto entre dos adultos, su padre y su madre, y fue arrollado por una de las ruedas traseras del camión de la empresa Esur.
Por motivos que aún no están claros y que son materia de investigación, ambos rodados habrían doblado en una de las esquinas y, en la curva, hubo un roce que habría ocasionado que la moto pierda la estabilidad.
De acuerdo a la reconstrucción y primeras precisiones de la pesquisa, Bairon Nuñez y su madre viajaban en la parte de atrás, pero sobre la esquina de calle 92 y tras el choque, perdieron la estabilidad y cayeron violentamente al asfalto.
Trágicamente el nene cayó debajo del rodado de gran porte y fue aplastado por las ruedas traseras del lado conductor, provocando su muerte al instante.
El terrible desenlace causó enorme conmoción y en el lugar se hicieron presente rápidamente las autoridades de la Comisaría 16ta de Villa Ponsati. Asimismo se informó que minutos después arribó una ambulancia del SAME y, pese a los esfuerzos médicos, lamentablemente constataron el deceso del niño que perdió la vida por la gravedad de las heridas.
Este siniestro vial fue caratulado como “homicidio culposo” y quedaron imputados tanto el conductor del camión como el de la moto. En la causa interviene la fiscalía de delitos culposos a cargo de Fernando Padovan, quien espera por las pericias realizadas.
MENSAJES DE DOLOR
Tras el fallecimiento de Bairon Nuñez, familiares y allegados al pequeño expresaron su consternación y enorme dolor a través de las redes sociales. Según se supo además, el menor tenía domicilio en Berisso, por la zona de 122 y 84.
“Qué dolor esa familia. Que Dios les de fuerzas para seguir con semejante pérdida”, lamentó una vecina de la zona.
Por su parte otros frentistas del barrio no ocultaron su indignación por el fatal desenlace: “Es lo más peligroso del mundo para un niño, un mal movimiento y puede caerse de nada”, dijo.
AGOSTO, EL “MES NEGRO”
Desafortunadamente el drama de la inseguridad vial no frena en la Región y octubre ya se cobró su segunda víctima fatal. Tal como reflejó este diario en ediciones anteriores, septiembre cerró con un total de ocho (8) fallecidos y se convirtió en el segundo mes de este año con más tragedias de tránsito.
Sin embargo, agosto fue el más complicado en esta materia, con 10 fallecimientos, una cifra que recrudece un fenómeno que parece no tener solución, al menos en el corto plazo.
La primera víctima fatal de octubre ocurrió hace 12 días, y fue identificada como Kevin Gabriel Cáceres, un joven de 24 años y oriundo de Ensenada.
Por causas que están bajo la investigación de las autoridades, Cáceres perdió la vida ayer tras perder el control de su moto -marca Honda Titán- e impactar contra una columna sobre la Ruta 15 y 65, en Berisso.
Otro dato que no puede dejarse de lado es que en el total de eventos muertes entre los últimos dos meses hay motos involucradas, en lo que resulta ser una espiral en crecimiento, en una situación que los especialistas debieran analizar en profundidad, no sólo en lo que concierne al comportamiento en las calles de esos conductores, sino en lo que se refiere a la ostensible mayor cantidad de motocicletas en el parque automotor de la Región y a la movilidad alternativa que se sumó, entre bicis y monopatines eléctricos.
Sin dudas que las cifras se dan en un contexto de emergencia vial que hace años se vive en La Plata, Berisso y Ensenada; pero a pesar de ello, mientras las autoridades no se comprometan seriamente con la seguridad, la anarquía vial solo podrá disminuir ostensiblemente cuando cada conductor tome conciencia de la responsabilidad que le cabe al circular por la vía pública.
