En contacto con barrios picantes como La Bajada, La Laguna, La Unión, El Mercadito, El Churrasco y Nuevo Ringuelet, el tramo de Tolosa que va de la rotonda de 120 y 32 a la Avenida 520 y 13, bien puede calificarse como "el Corredor de la Muerte". Es que en este 2024 ya registró dos homicidios y decenas de robos.
Sin dudas la Ciudad tiene sectores que dan un poco de miedo. Por sus antecedentes y por toda la geografía circundante. Más cuando la oscuridad se empieza adueñar del ambiente.
El 31 de agosto pasado, en 520 y 13, hubo una persecución policial de madrugada de unos jóvenes acusados por el robo de una moto. También un despiste y un fallecimiento, que después se comprobó que no guardó ninguna relación con la caída o, lo que se sospechó, un accidente de tránsito. La autopsia confirmó que fue una bala policial la que provocó su deceso.
El proyectil ingresó por la espalda de quien fue identificado como Elías Andrade (23), conocido en el ambiente como “Plomo”, y terminó con su vida en cuestión de horas, ya en una cama del hospital San Roque de Gonnet.
Esa investigación está aún en trámite en la fiscalía de Juan Mennucci y tiene a varios agentes en la mira, al menos tres, que están imputados por el delito de homicidio.
Sin embargo, la trayectoria de la bala podría jugar a favor de los efectivos, porque -en principio- rebotó en el suelo. Habría sido una acción que no tuvo intención de dar muerte.
Meses antes, por 520 entre 11 y 12, aparecieron al menos dos delincuentes armados con intención de asaltar una distribuidora. Uno escapó, pero el otro cayó abatido en el lugar por la reacción del propietario, que se defendió con una pistola.
Esos fueron tal vez los antecedentes más violentos del año, aunque ese recorrido está plagado de episodios delictivos. A cada rato y a toda hora. Pese a que cuenta con un par de casetas de control policial.
Tanto es así que una mujer de 52 años y su hija de 24 acaban de ser blanco de un asalto a mano armada.
Se presume que las siguieron desde 520 entre 4 y 5, hasta 9 y 512, donde les cruzaron una moto de gran porte, tipo XR 250 cc. de color blanca, que conducía una chica con casco. Sí una motochorra.
Las víctimas se desplazaban en una Honda Wave y nada pudieron hacer cuando observaron que el ladrón que viajaba de acompañante saltó con agilidad y esgrimió intimidante un revólver de color negro.
Enseguida les pidieron las pertenencias, que pudieron conseguir fácilmente. Ni la mujer ni su hija se resistieron.
Así los ladrones se apoderaron de una riñonera, dos celulares marca iPhone; documentación personal, sobre todo tarjetas de crédito y débito; una billetera con 15 mil pesos; las llaves del domicilio y obviamente el rodado.
La fuga se registró por calle 9 hacia 511 y después no pudieron aportar más datos. Ahora todo está en fase de análisis, sobre todo por las imágenes que se pudieron recopilar de las cámaras de seguridad.
“Algo tenemos y se está intentando mejorar el material con los técnicos”, expresó un pesquisa.
Según una versión, los asaltantes no patrullaban solos el barrio en busca de una presa. También contaban con apoyo de otros dos delincuentes motorizados.
El caso está bajo instrucción por parte del personal policial, con conocimiento de la UFI Nº 9 de Autores Ignorados de La Plata, que ya impartió distintas directivas para motorizar la búsqueda de elementos de cargo.
EXIGEN MEDIDAS
Los habitantes de Tolosa, en tanto, vienen reclamando medidas, sobre todo patrullajes.
Eduardo Hache, referente vecinal de esa localidad, había dicho en una reciente nota: “Acá sin dudas se necesitan más patrullajes. Estuve hablando con comerciantes y vecinos, que nos refieren que no se ven los móviles y que por las noches, es tierra de nadie”.