Un hombre de 73 años vivió un verdadero calvario el último martes, cuando varios delincuentes lo mantuvieron como rehén dentro de su propia casa, en 21 entre 64 y 65. Los intrusos irrumpieron en el domicilio cuando el dueño no estaba. Y, cuando llegó, aquello que había arrancado como escruche derivó en un brutal asalto. Según la información oficial, actuaron cuatro sujetos que, apenas escucharon el sonido de la llave en la puerta, se apuraron en reducir a la víctima para anular riesgos. Ni tiempo le dieron a ponerse a resguardo.
Lo obligaron a ingresar a la fuerza, amenazándolo con las barretas de hierro que usaron para ingresar en la propiedad. Y, aprovechando la presencia del dueño, los delincuentes no tardaron en comenzar a pedirle datos en busca de dinero y objetos de valor. Así lograron ubicar una caja fuerte, cuya combinación le fue exigida bajo amenazas. El damnificado entregó con miedo 600 dólares.
Testigos revelaron que minutos antes del incidente, un automóvil Chevrolet Prisma gris, con vidrios polarizados, cruzó a gran velocidad por la calle 21, lo que sugiere que podría haber un quinto individuo que actuaba como conductor. El relato del afectado hizo evidente que los delincuentes no estaban preparados para su llegada. Al entrar, la casa se encontraba “patas para arriba”, lo que indica que el grupo habría estado registrando el lugar antes de que él apareciera.
Por estas horas la Policía analiza las imágenes de las cámaras de seguridad de la zona, con el objetivo de obtener pistas sobre los asaltantes. Se espera que este análisis minucioso permita identificar características físicas y vestimenta de los involucrados, cotejándolas con las de casos similares y recientes.