Carlos Enrique Sánchez Paredes tenía 22 años, vivía en Quilmes, estudiaba Ingeniería en sistemas y era dueño de miles de proyectos, pero cuando caminaba hacia la parada del colectivo para viajar a la facultad, en La Plata, dos delincuentes lo golpearon en la cabeza con un caño. En cuestión de minutos estaba muerto. La hipótesis más fuerte es que se trató de un robo, y aunque la policía todavía no lo confirma, nadie duda de eso.
El tremendo suceso ocurrió en la esquina de Montevideo y Falucho, en Bernal Oeste, cerca de las 6 de la mañana del sábado. Sánchez Paredes caminaba hacia Dardo Rocha para tomar el micro.
Por precaución, el joven tenía la costumbre de llamar a su madre cada vez que subía al colectivo para indicarle que "estaba todo bien", pero, como no lo hizo, ella intentó comunicarse varias veces. Salió a buscarlo. Y lo lo encontró tirado sobre la vereda, agonizante.
Desesperada, la mujer llamó al 911 para que le enviaran una ambulancia, hasta que un vecino decidió no esperar más: cargó a Carlos en su propio auto y lo llevó al hospital de Wilde, donde falleció apenas arribó a la Guardia.
La investigación quedó en manos de la Unidad Funcional N°4 del Departamento Judicial Quilmes, a cargo de Karina Gallo, quien en principio caratuló la causa como "averiguación de causales de muerte", para derivar a "Homicidio". Además, confirmaron que aún se está realizando el relevamiento de las cámaras del lugar y no hay detenidos.