La docente de 41 años que está acusada de matar al marido a puñaladas y desmembrarle los genitales, en un departamento de Altos de San Lorenzo fue internada ayer por orden judicial, luego de que un equipo interdisciplinario dictaminó que poseía un trastorno delirante, informaron fuentes vinculadas a la investigación.
Se trata de Florencia Amado Cattáneo, quien quedó involucrada en el asesinato de su esposo, el músico Pedro “Peter” Federico Zárate (50), en medio de lo que los especialistas consideraron un “estado de paranoia” tal, que lo veía como “un agente de perjuicio”, de acuerdo a lo mencionado por los informantes.
El crimen ocurrió el miércoles por la noche en un departamento de las calles 28 y 81, Torre C, segundo piso. El informe de los expertos del área de salud mental fue contundente y del mismo se hizo eco la fiscal Ana María Medina para requerir la medida de resguardo para la imputada, que autorizó la jueza de garantías Marcela Garmendia.
“...Fallas mnésicas episódicas relativas a los últimos días. Refiere estar en shock y sentirse
en una nebulosa (...) Curso del pensamiento por momentos interrumpido (...). Interpretaciones delirantes en las que su marido es agente de perjuicio. Ideación delirante de tipo paranoide y de daño, y perjuicio a mecanismo interpretativo, en vías de sistematización, que la moviliza afectiva y conductualmente (...) Refiere temor por su propia seguridad y la de su familia (hijo y madre), ya que relata sufrir violencia de género por parte de su marido, de larga data (...)”, expresó el documento oficial.
Ante esa situación y, lo que se entendió como “un cuadro de descompensación psicótica”, la derivaron a un centro médico situado en inmediaciones del Parque Saavedra, bajo custodia policial, ya que no se encontraba en condiciones de declarar. Tampoco de ser confrontada con la muerte de su esposo, de quien dijo desconocer su paradero.
El asesinato de Zárate no recuerda antecedentes por su grado de violencia. El reporte oficial da cuenta de que el hombre recibió “numerosas puñaladas en los ojos, rostro, brazos, piernas, tórax y abdomen, provocándole múltiples heridas que le causaron un shock traumático irreversible, shock hipovolémico que derivó en su muerte”. Además, le seccionaron los genitales.
Lo hallaron tapado con mantas y almohadones, tirado bajo una arcada que separa la cocina del living. Al parecer, todo haría indicar que el ataque sorprendió a Zárate cuando dormía, ya que los forenses no observaron en el cuerpo ningún signo de defensa.
La presencia del hijo de la pareja en la escena, al momento de la agresión mortal, estaría confirmada, ya que Amado Cattáneo, con las manos bañadas en sangre, llegó a la casa de su madre, en Gonnet, con el pequeño en brazos. Allí dijo "me mandé una cagada". Lo que no está claro es si el nene, de 6 años, fue testigo de lo que pasó o estaba en otro sector del inmueble.
Amado Cattáneo había llegó al domicilio de su madre a los gritos y en taxi, algo que llamó mucho la atención, porque tiene coche (lo encontraron abandonado en la calle 12 entre 65 y 66).
Fueron la hermana de Zárate y la de Amado Cattáneo quienes fueron al monoblock de Altos de San Lorenzo y se toparon con el horror. Vecinos refirieron a supuestos problemas de convivencia entre la víctima y su mujer, con gritos y peleas, aunque no existirían denuncias previas sobre situaciones de violencia.
También mencionaron allegados a la acusada que estuvo en tratamiento psiquiátrico. Para la jueza Garmendia, “los hechos así expuestos constituyen ´prima facie´ el delito de homicidio agravado por perpetrarse contra su cónyuge, en conformidad con lo previsto en el artículo 80 inciso 1° del Código Penal”.
Sin embargo, al menos por ahora, se intentará determinar si la sospechosa del asesinato actuó bajo una condición mental que le impidió comprender la criminalidad de sus actos. De ser así, debería ser declarada inimputable y confinada en un instituto acorde a su patología.
5 DÍAS SIN DORMIR
Después de la captura de Amado Cattáneo, la entrevistó un médico policial. Según trascendió, mostraba temblores y otros gestos extraños y mencionó que iba a denunciar a quien la agredía, pero sin nombrar al esposo. Además contó que hacía cinco días que no podía dormir.
Por eso, ante esa grave situación, el facultativo la derivó a una interconsulta, que determinó que era “peligrosa para sí y para terceros” y su alojamiento en una institución para pacientes con problemas psiquiátricos.
Pedro Zárate era músico, trompetista, actor y gran persona. Así lo describe su círculo íntimo que, al enterarse sobre su trágico final, lamentaron con enorme pesar su partida con mensajes de dolor a través de las redes sociales. Oriundo de Córdoba, hacía largos años que vivía en La Plata, donde creció como artista local y formó una familia.