En la era digital, el riesgo de convertirse en víctima de una estafa está a solo un clic, todos los días. Es que, tanto los ciberdelincuentes, como sus técnicas, evolucionan
constantemente, adquiriendo nuevas formas y estrategias que ponen en jaque la seguridad de los ciudadanos. Bancos y empresas gastan millones en sistemas que garanticen el máximo nivel de seguridad a sus usuarios y la mayoría se encargan de generar conciencia, difundiendo información para que los clientes no caigan en estas trampas.
Sin embargo, los delincuentes cibernéticos, expertos en el arte del engaño, siempre están un paso adelante, demostrando conocer al derecho y al revés las leyes de la programación. Ante cada medida de seguridad que se implementa,perfeccionan sus tácticas para acceder a datos personales sensibles y vaciar cuentas bancarias con impunidad.
Uno de los recursos para estafar más recientes es el de las webs falsas. Como las búsquedas por Google se encuentran en pleno auge, los ladrones cibernéticos se dedican ahora a publicar páginas y posteos en las redes con los logos de diferentes instituciones bancarias, pagando publicidad para que aparezcan a la cabeza de las búsquedas. Por eso hay que prestar mucha atención a los "enlaces patrocinados". Es que casi todo es igual, salvo los números de contacto, claro.
En las últimas horas, La Plata se convirtió en epicentro de dos casos de este tipo. Lo llamativo es que todos ocurrieron en un lapso de menos de 24 horas.
El primer hecho en ser denunciado fue el que tuvo como víctima a una mujer que el pasado viernes fue despojada de su celular cuando salía del banco ubicado en 28 y 44. A plena luz del día, dos sujetos la abordaron y le exigieron que entregara su dispositivo. La pesadilla continuó horas después cuando buscó en la web el teléfono de su banco para denunciar el robo. Todo apunta a que cayó en una web falsa y allí terminó proporcionando todos sus datos. El día lunes, cuando acudió a su banco, se enteró que, además de vaciarle la cuenta, habían solicitado préstamos en su nombre.
Peor fue la situación que le tocó vivir a un hombre cuya cuenta, además de ser vaciada por completo, sirvió como puente para otros robos. Igual que en el episodio anterior, el hombre llamó a un número que halló en la web sin saber que no era el de su proveedor financiero.
Consciente de que podía ser estafado, se le ocurrió sumar a su hijo al proceso. Ninguno de los dos sospechó nada cuando les pidieron validar su identidad biométrica ni las contraseñas. Ayer, cuando el hombre acudió finalmente a la sede de su banco en La Plata, se enteró que, además de ser estafado, los delincuentes hicieron que otras personas, engañadas también, transfirieran dinero a su cuenta.
Es extensa la lista de vecinos que han perdido el dominio de su WhatsApp y luego han tenido que dar explicaciones por transferencias que los delincuentes pidieron en su nombre a través de su número. Ante esta coyuntura, es imprescindible que los ciudadanos se mantengan en estado de alerta y se eduquen en materia de seguridad cibernética.
Los expertos recomiendan a los usuarios actuar con un alto grado de pericia aplicando medidas preventivas como verificar la autenticidad de los remitentes, no proporcionar información confidencial a través de enlaces sospechosos, renovar periódicamente las claves y mantener actualizados los sistemas de protección informática,
como pasos fundamentales para reducir riesgos.