Un joven de 25 años fue baleado y atacado a golpes durante un asalto callejero en 122 y 90, por donde circulaba en su moto cuando lo abordaron dos sujetos en un rodado de similares características que el suyo.
A punta de pistola lo obligaron a frenar, pero, guiado por sus instintos, el muchacho hizo una serie de maniobras con la intención de evitar lo que a todas luces se trataba de un robo. Sin embargo, pocos fueron los metros que pudo avanzar. Al ver que el acompañante lo estaba apuntando con un revólver se dio cuenta de que no le quedaba otra alternativa que parar y someterse a la voluntad de los hampones.
Ofuscados por el intento de fuga que había ensayado el damnificado, los delincuentes multiplicaron su ferocidad. Apenas la unidad redujo su velocidad a cero, aplicaron una fuerte golpiza a su conductor. Le dieron trompadas en la cabeza y patadas en las piernas para bajarlo de la moto, pero el joven intentó nuevamente defenderla.
Tras aferrarse fuerte a su vehículo, el ladrón que viajaba como acompañante cumplió su promesa y le realizó un disparo a quemarropa. Por fortuna para este joven, la bala sólo le rozó una pierna, pero el impacto lo convenció de que los criminales estaban dispuestos a todo y les entregó su vehículo, una Titan 150 de color azul que utilizaba para trabajar.
Los delincuentes le quitaron también su mochila, en la que llevaba dinero en efectivo, documentación personal y de la moto. “También en la huida, le sacaron las zapatillas”, deslizaron fuentes oficiales. Herido y en shock, el joven fue trasladado al Hospital San Martín, donde lo asistieron.
ANTECEDENTE CERCANO
Hace poco más de dos semanas, Jason Ezequiel Morel (22) fue asesinado de un tiro cuando circulaba en su moto Twister 250 cc junto a su hermana y dos motochorros los abordaron en 44 entre 156 y 158. Como el muchacho se resistió y frustró el ataque, le tiraron y lo mataron. Ocurrió en la madrugada del 11 de octubre. Por el caso fueron detenidos un menor de 17 años y un joven de 22.