Los vecinos de la localidad de Arana, en La Plata, organizaron una reunión para reclamar por la falta de seguridad en la zona, después de una seguidilla de robos violentos. Ellos fueron, pero la delegada de Arana, el de Los Hornos, los funcionarios de la Secretaría de Seguridad y los de la subcomisaría de la jurisdicción pegaron el faltazo.
El malestar entre los frentistas resultó evidente. Lo tomaron como “un papelón” y “una tomada de pelo”, según describieron.
“Habían comprometido su presencia a la reunión y faltaron todos. Nos dejaron plantados, como si nos les importara nada”, se quejaron.
Fueron unos 50 pobladores que esperaron pacientemente desde las 20, que era la hora acordada para el encuentro, en el que estaba previsto que pudieran plantear sus inquietudes y ver cuál era la devolución que recibían. Conocer el plan de acción para cortar con tanto delito y recuperar la paz perdida. Pero no. Los llamados telefónicos sobre la marcha trajeron algunas frases que recalentaron los ánimos.
“Si arman otra reunión en cinco días, estoy”, habría dicho la representante municipal en ese sector del distrito. En tanto, “el de Seguridad Ciudadana, directamente dijo que se le había pasado”, contaron con un disgusto evidente.
Las sillas vacías, en un rincón del amplio salón de la Asociación de Fomento Colonos La Armonía, en 620 entre 143 y 153, fue una imagen por demás representativa. Por eso, en Arana ya se analiza endurecer las protestas, que bien podrían comenzar este mismo fin de semana. Los vecinos quedaron en resolverlo sobre la marcha para que realmente se visibilice su reclamo.
Se sabe que el drama de los robos es igual en todas partes, solo que en esa localidad “no tenemos nada”, lamentan los vecinos, en referencia a los recursos técnicos y humanos. Es que de tres patrulleros solo andaría uno y no está para patrullar, sino para otras diligencias, y tampoco se cuenta con una buena dotación de efectivos. “A veces hay uno solo”, mencionaron.
En las últimas horas ocurrió en esa zona un atraco que encendió todas las luces de alarma: fue cuando una pareja de jubilados y su nieto quedaron a merced de una banda de delincuentes encapuchados, que irrumpió en su casa de 136 y 637, donde les quitaron una fortuna en dólares y escaparon dejándolos maniatados, encerrados, cubiertos por sábanas y con la aterradora certeza de que alguien los había “vendido”.
Es que los ladrones se jactaron de saber que la familia acababa de cobrar una suma fuerte por la venta de un campo y que el efectivo estaba en la casa donde pasó todo. Haciendo gala también de su violencia y predisposición a ir a fondo por lo que querían, dieron vuelta distintos ambientes hasta dar con lo que buscaban: 40 mil dólares.
El gravísimo incidente ocurrió alrededor de las 22.30 del lunes pasado, después de la cena. El chico fue a su cuarto y los dueños de la propiedad se quedaron en el living mirando televisión.
Ese mismo día, pero a la mañana, el hijo de esta pareja les había entregado en una bolsa negra los 40 mil dólares de la cuota correspondiente a la venta de un campo de 76 hectáreas. El dinero fue cuidadosamente guardado en un mueble del comedor. Horas más tarde, en cuestión de segundos, cinco hombres irrumpieron en la vivienda, armados y con el rostro cubierto con pasamontañas y gorras viseras. Golpearon a las víctimas y las arrastraron por el suelo mientras preguntaban “¿Dónde está la plata? Sabemos que tenés dólares, si no nos decís te vamos a matar”.
