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En menos de dos meses, murieron dos hermanos en distintos accidentes. También su madre, por una enfermedad y la angustia

Los Martínez, una familia de Ensenada atravesada por la tragedia

POR PABLO FUNARO

La puerta de la casa familiar de frente blanco, situada en la calle 127 entre 34 y 35 de Villa Catella, Ensenada, permanece abierta. Adentro se percibe movimiento y también mucho dolor. Hay sollozos, una angustia que abruma y ojos embebidos en lágrimas. Razones sobran. La reciente muerte de Axel Geremías Martínez (31) a manos de un conductor desaprensivo, que el lunes por la noche lo embistió con una camioneta cuando caminaba junto a dos amigos en Melchor Romero, uno de los cuales también perdió la vida. Pero además padecen por otras dos pérdidas muy caras a sus sentimientos. Todo en un lapso de casi dos meses. Nada.

Carolina Martínez (45), la mayor de esos cinco hermanos, de los que ya quedan solo tres, es la que enfrentó la situación y salió a dar la cara por los suyos. A reclamar justicia. Con el semblante de alguien que acaba de recibir otro golpe demoledor, soltó: “Estamos destrozados. El 26 de abril se accidentó mi hermano Nelson de 46 años. Fue en 35 y 125, donde falleció. El 4 de mayo murió mi mamá, que estaba enferma, pero a la que esa noticia la terminó de derribar. Y ahora esto con Geremías, también en un choque o como lo quieren llamar”.

Respecto de cómo sucedieron los hechos, se manejan por ahora con la misma información oficial. Que Geremías se desplazaba a pie con sus amigos Franco Giampieri (33) y Esteban Acosta (34) por la avenida 520 cuando, a la altura de la calle 161, los pasó por arriba una Ford Ranger blanca.

Habían estado haciendo lo que tanto les gustaba. Tocar, ensayar con sus guitarras y cantar. Esta vez en la casa de Esteban, de profesión penitenciario.

Los apasionaba la música y compartir encuentros.

La hora señalada fue las once de la noche, porque Esteban debía tomar servicio. Por eso decidió acompañarlos hasta la parada de colectivos, muy cerca de su domicilio.

Fue el destino el que determinó que sea el único sobreviviente de la tragedia o de ese embiste feroz. La imputación es por el delito de doble homicidio culposo agravado en concurso ideal con lesiones culposas agravadas”.

Acosta, según mencionó Carolina Martínez, “evoluciona, creemos, favorablemente. Ya lo operaron y estamos en permanente contacto con sus familiares”.

Sufrió politraumatismos, los más severos una fractura de pelvis y de fémur.

De su hermano Geremías, quien trabaja en una empresa de seguridad privada, destacó su bohemia y su amor por el rock.

“Tenía su grupo Rojo Alvino, pero siempre participaba con otras bandas. A veces incluso le tocaba trabajar en los recitales o directamente iba como espectador”, agregó.

Entre sus gustos estaban Los Fundamentalistas del Aire Acondicionado, Callejeros y La Renga, su favorito.

“Es terrible lo que pasó. Esperemos que la Justicia y la Policía encuentre a quien hizo esto”, expresó Carolina.

De Franco recordó que “dejó un hijo de 6 años, Homerito, por lo que estamos muy apenados por él”.

“Nosotros no vamos a bajar los brazos. Seguro que contratemos a un abogado para ir hasta las últimas consecuencias”, refirió.

“Mató a dos personas -dijo en relación al prófugo- y dejó a una tercera grave. No podemos dejar esto así nomás”.

Demás está decir que los rastrillajes no se detienen y se avanza con distintas líneas de investigación.

“Vamos a reunirnos con el fiscal, que nos contará cómo viene la causa y nos entregarán las pertenencias de Geremías. Son objetos tal vez sin valor material, pero para la familia tendrán uno simbólico muy fuerte”, aclaró.

Por último, Carolina sostuvo que “escuchamos muchas cosas del por qué los embistió la camioneta. Algunas fueras de lugar. Los chicos eran sanos, cero problema con nadie, acá no hubo nada extraño. Sí un asesino al volante. Ojalá pague por lo que hizo”.

LA PESQUISA

La investigación judicial encabezada por el fiscal Fernando Padovan, que busca ponerle nombre y apellido a los ocupantes de la camioneta blanca que provocaron el desastre en la localidad de Melchor Romero, no se detiene.

Con graves cargos para el conductor y, tal vez los mismos en relación al supuesto acompañante, tal vez atemperados bajo la figura del encubrimiento o de una participación secundaria, en el caso ya participan varias brigadas de la DDI local.

Se trata de una pesquisa muy amplia, con varias diligencias activas, que intentan cercar al o los sospechosos.

En principio, habría testigos que dijeron haber visto a dos personas escapar a la carrera después del embiste mortal.

El rodado se encuentra en el ojo de la tormenta. Su patente era doble y la numeración del motor estaba adulterada, por lo que se confirma que se trata de un vehículo robado en poder de un comprador de buena fe o, por qué no, de un poseedor ilegal.

Quien aparece como titular de dominio, una empresa del Conurbano, tiene radicada la denuncia de hurto.

Una fuente sensible expresó al respecto que “hay una filmaciones del hecho aportada por una cámara domiciliaria, pero con algún defecto de nitidez. Por eso será sometida a un análisis forense con alguna técnica para mejorar su calidad, sin que pierda la integridad como evidencia”.

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