"El Remanso". El nombre de la urbanización privada de varias manzanas donde el martes por la noche se produjo un brutal comando de golpe, que perpetró cinco delincuentes encapuchados, encierra una verdadera paradoja frente al delito. Situada en la zona de las calles 185 y 80, en la localidad de Los Hornos, por definición significa “lugar tranquilo o donde se disfruta de algo”.
Sin embargo, para una pareja de policías, que estaba junto a sus dos hijos menores de edad, la situación vivida nada tuvo que ver con un momento de placer. Todo lo contrario. Y fue por culpa exclusiva de la inseguridad.
En base al informe oficial, cerca de las 23.55, las víctimas llegaron a su casa de 80 entre 186 y 187 a bordo de un Chevrolet Onix de color blanco.
Fue en esas circunstancias que, al intentar acceder a la propiedad, se dio cuenta de que no estaban solas: una banda de ladrones con sus rostros tapados y armas de fuego salió de entre las sombras y enseguida blanqueó sus crueles intenciones. En el barrio, al margen del pago de gastos por sus características de constitución y los servicios que ofrece, con algunos espacios comunes para el disfrute de los consorcistas, no contarían con seguridad privada. Al menos, en la información suministrada a este diario no se menciona su presencia. Por eso se presume que a los intrusos no les fue muy difícil el acceso al predio.
Si tenían información sobre el blanco que escogieron para el robo o, si se trataron de un hecho al voleo, todo es materia de investigación.
Las víctimas fueron una ayudante oficial del área de Presupuesto del Ministerio de Seguridad bonaerense, de 36 años, y un subinspector oficial de 38, que presta servicios en la Dirección de Automotores. También estaban los hijos, ambos de corta edad.
La familia, como se dijo, llegó al domicilio a bordo de su vehículo particular y terminó presa del pánico.
Los delincuentes la hicieron ingresar de inmediato en la propiedad, donde desplegaron su repertorio de amenazas. También aparecieron los golpes en busca de información sobre el dinero y otros objetos de valor.
Como suele suceder en estos casos, el objetivo de la banda eran los dólares, pero no los encontramos.
En medio de un clima muy hostil, los ladrones fueron revisando los distintos ambientes del inmueble y cargaron 50.000 mil pesos en efectivo, varias alhajas de oro y elementos personales, que cargaron en el Onix de los policías.
En esas circunstancias, antes de retirarse de la vivienda, los asaltantes maniataron de pies y manos a los dueños con una tela y se retiraron del lugar.
Minutos más tarde, una vez que lograron liberarse, como los ladrones se llevaron las llaves de la casa y, cerraron todas las puertas, a la familia asaltada no le quedó más remedio que empezar a gritar para alertar a los vecinos. Así llegó la ayuda y la posibilidad de salir de la finca, en medio del shock por el asalto.
LA PESQUISA
A partir de la huida de los integrantes del grupo delictivo, que se desconoce si llegaron en algún tipo de rodado al interior del barrio El Remanso, comenzó la tarea investigativa para llegar a su identificación.
A ese trabajo están abocados detectives de la DDI La Plata, junto a policías de la seccional tercera, bajo directivas de la Unidad Funcional N° 9 de La Plata.
Como es protocolo, se buscan imágenes en cámaras de seguridad y también hay un relevamiento de posibles testigos.
Una de las eventuales vías de escape pudo ser la ruta 36, por lo que los rastrillajes también abarcaron distritos vecinos como Berazategui y Florencio Varela.
Fuentes de la fuerza mencionaron que también se pidió un equipo para levantar rastros, dependiente de Policía Científica, a la espera que en la escena haya quedado alguna huella apta para cotejo.
Las actuaciones quedaron caratuladas como “robo doblemente calificado por el empleo de arma de fuego y su comisión en poblado y en banda”.
En el barrio El Remanso, demás está decirlo, quedó latente la preocupación por el hecho y en estas horas se siguieron analizando la adopción de distintas medidas para incrementar la seguridad en el complejo.