Manejaban el manual del hampa y conocían al detalle todos su capítulos. Por eso lograron vulnerar la tranquilidad de una familia de Gonnet, a la que pasearon por todos los niveles de temor posibles. Del más leve al que se tornó lisa y llanamente en insoportable.
De movida, el número de delincuentes causó pavura. Dicen que eran ocho, todos vestidos de negro, los cuales coparon una vivienda en la calle 18 entre 503 y 504, muy cerca de la República de Los Niños.
El hecho, que trascendió ayer, ocurrió el jueves de la semana pasada. Eran cerca de las nueve de la noche, cuando se desató la pesadilla, que duró unas tres horas, según fuentes confiables.
Al parecer, los ladrones irrumpieron en la finca desde la calle 18 bis, sin que ningún vecino se percatara de sus movimientos, que fueron por demás sigilosos a la luz de lo acontecido. Mucho menos lo advirtieron quienes se encontraban dentro de la propiedad.
Se habla de un matrimonio en compañía de una menor, que sería la nieta. A todos los amenazaron, ataron y encapucharon para evitar que vieran los rostros de quienes registraban cada rincón del domicilio. Además repartieron golpes.
Obvio que pedían dólares. Ese pareció ser el objetivo principal que movilizó a los asaltantes, tal vez obnubilados por las características de la finca y el confort que se reflejaba en cada uno de sus ambientes. También exigieron datos de otros vecinos acaudalados de la zona, lo que llamó la atención y causó preocupación cuando la noticia corrió de boca en boca por el barrio.
Si bien se espera que las cámaras aporten algún dato revelador que pueda poner a la Policía tras la pista de los criminales, por el momento no hay noticias alentadoras. Habrían escapado con un suculento botín.
Siempre a decir de los mismos voceros, que se mantuvieron en el anonimato para evitar represalias, el instante más álgido fue cuando, en medio de las exigencias económicas para los dueños del inmueble, “los delincuentes amenazaron con violar a la chica”.
“La llevaron a una habitación e iban entrando de a uno, para simular lo peor”, agregaron.
“No se olvidan más de lo que les pasó. La verdad, es terrible vivir así, con tanto temor. Aprovechan que hay predios grandes, con jardines arbolados y se te meten como gatos. Nadie los ve”, confió el informante.
En estos últimos tiempos, como sucede en cada rincón de la Ciudad, la Zona Norte se muestra muy accesible para los amantes de lo ajeno. Y esa situación provoca preocupación, nerviosismo e intranquilidad.
“No estamos seguros ni dentro de nuestras propias casas. Es un infierno”, reveló un habitante de esas cuadras y no precisamente por la temperatura de este verano ardoroso. Lo que quema y, cada vez más, es el delito. Por eso en la jornada de hoy hay una reunión prevista con la comisario.
JUNTAN FIRMAS PARA UN PETITORIO
La situación delictual que se vive en la Provincia de Buenos Aires y, en particular en nuestra ciudad, mantiene movilizados a los vecinos, que se la pasan agudizando el ingenio para evitar ser blanco de los delincuentes. Rejas, alarmas, perros, alambres de púa, puertas blindadas y algunos hasta armas de fuego. Pero nada alcanza.
En ese contexto, se conoció que se trabaja en un petitorio, que ya circula por los barrios en busca de firmas, y que se tiene pensado elevar al gobernador Axel Kicillof.
La nota dice: “Mediante la presente, los representantes de asambleas barriales y asociaciones civiles, junto a vecinos de todos los barrios del partido de La Plata, le solicitamos tenga a bien leer y considerar nuestra preocupación. La escalada de violencia e inseguridad que está golpeando nuestra comunidad nos ha llevado a reunirnos y a trabajar codo a codo para tomar acciones preventivas. Sin embargo, es imposible vivir en alerta naranja de forma permanente. A partir de nuestro trabajo y seguimiento de la situación, hemos establecido un mapa de calor, que nos ha permitido identificar las áreas de mayor riesgo y las falencias actuales que deben ser abordadas. A continuación, se presentan nuestras propuestas: 1. Mayor presencia policial en los barrios: es fundamental aumentar la circulación de patrulleros, motos y personal policial a pie para mejorar la tranquilidad de los vecinos. 2. Revisión y actualización de las zonas (antes cuadriculas): las Zonas actuales no se han ajustado a la expansión exponencial de nuestros barrios, lo que genera una cobertura inadecuada. 3. Modernización y ampliación de las comisarías: las comisarías actuales están desbordadas y poco equipadas, lo que genera demoras y dificultades para las víctimas de delitos. 4. Colaboración interinstitucional: es fundamental que la provincia, el municipio y la justicia trabajen juntos para abordar la problemática de la inseguridad. 5. Programas de prevención: es importante establecer programas de prevención para jóvenes y talleres de conciencia sobre la seguridad para mejorar la convivencia en nuestra comunidad. Confiamos en su buen tino y liderazgo para abordar esta problemática y mejorar la seguridad en nuestra comunidad. Estamos dispuestos a colaborar y dialogar para encontrar soluciones efectivas”.