Para un vecino de City Bell, de 35 años, la expectativa de encontrarse con una mujer por la que sintió atracción en una red social mutó a desilusión y bronca, tras comprobar que había caído en una trampa que lo convirtió en víctima de un delito. En definitiva, le aplicaron la vieja modalidad conocida como "viuda negra", aunque con variantes.
Todo comenzó como tantos otros vínculos: con un hombre y una mujer matcheando en una red social. Aparentemente se gustaron y acordaron encontrarse en una esquina de Villa Elvira: 627 y 7. Él se subió al Fiat Cronos de su hermano y rumbeó para el sitio indicado, a la 1.30 de la mañana, sin sospechar.
Apenas detuvo la marcha se le aparecieron cuatro delincuentes, y no para saludarlo. Uno le abrió la puerta del lado del conductor y le dijo "gato, estás robado", para dejarle en claro las intenciones del grupo.
"Uno de los cómplices tenía un morral o una riñonera, con un objeto duro con el cual lo golpearon en la cabeza”, detalló una fuente con acceso a la causa; "hasta le pegaron un cachetazo”, aunque sin herirlo.
Rodeado, amenazado y en shock, el muchacho escuchó que le dijeron "vos sos gorra" (como se acostumbra llamar en el mundo del hampa a un policía), justo antes de que los delincuentes le quitaran el vehículo.
Junto con el Cronos se llevaron lo que había dentro, una billetera con el DNI, el registro de conducir de su auto Citroën C3, una tarjeta de crédito y otra de débito, y su celular marca TCL modelo 108, además de pertenencias de su hermano: un Motorola E40; el carnet de conductor, la cédula del coche sustraído y la tarjeta azul de la camioneta Peugeot Partner del suegro del hombre asaltado.
Cuando parecía que todo había terminado y el muchacho craneaba cómo volver a su casa, vio reaparecer a la banda. Los delincuentes volvieron a apretarlo para que les revelara la clave de su celular, pero esta vez él se mantuvo firme, no se las dijo y los asaltantes huyeron por 7 hacia 609.
