Cuatro médicos de la clínica Ipensa de La Plata declararon ayer en el juicio por la muerte de Diego Armando Maradona y tres de ellos señalaron que “no era necesario operarlo del hematoma subdural”, mientras el neurocirujano Leopoldo Luque consideró que sí debía realizarse el procedimiento.
Fuentes judiciales informaron que el neurocirujano Guillermo Burry, el clínico Marcos Correa y el neurólogo Martín Cesarini, decidieron no llevar a cabo el procedimiento y el médico de cabecera del ex jugador determinó lo contrario.
El primero en declarar fue Flavio José Tunesi, traumatólogo de Gimnasia y Esgrima La Plata, quien prestaba servicios en ese centro médico privado. Sostuvo que Luque observó “muy decaído” al paciente, por lo que se gestionó su traslado a la clínica para hacerse estudios.
“Desde su especialidad, solo comentó que Maradona estaba operado de las rodillas y que eso generaba cierta dificultad para caminar”, describió la fuente.
Luego fue el turno del médico Correa, quien fue el profesional que recibió al astro cuando ingresó al nosocomio y recordó que pidió análisis de laboratorio e interconsulta con un neurólogo. El ex director técnico estuvo internado allí el 2 y 3 de noviembre.
Cesarini, en tanto, resaltó que solicitó una tomografía axial computarizada (TAC) previo a la cirugía. “Estaba lúcido y vigil. Entendía y conversaba”, añadió el médico sobre Maradona.
En la tomografía se detectó un hematoma subdural, una acumulación de sangre entre el cerebro y su parte más externa que no era de riesgo, por lo que los médicos consideraron junto al neurocirujano Guillermo Burry no realizar una intervención quirúrgica.
Sin embargo, Leopoldo Luque decidió lo contrario y llamó a Swiss Medical a fin de que el ex futbolista del Sevilla sea derivado a la Clínica Olivos, donde finalmente fue operado. “Todos coinciden en que el médico de cabecera era Luque porque se llevaban muy bien y tenían confianza”, agregó la fuente consultada.
No obstante, la cirugía se realizó con éxito. Horas después de ser ingresado a la intervención, Luque habló ante los medios y dijo que la operación se concretó en buenos términos y que Maradona estaba bien. También se sacó una foto con Diego que llevó calma a los fanáticos.
Todos pensaron que el neurocirujano había sido quien lo operó al Diez. Sin embargo, en este juicio, se reveló lo contrario: quienes participaron de la operación fueron cinco profesionales de la Clínica Olivos que no le permitieron a Luque intervenir. Los motivos por los cuales él se adjudicó el hito médico se conocerán con el paso de las audiencias.
Por su parte, Mario Baudry, el asesor de Verónica Ojeda y Diego Fernando (y pareja de Ojeda), celebró: “Se largaron los médicos y destrozaron a Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov”. Según el abogado, Maradona “no recibía medicación cardiólogica ni para la hipertensión”.
Además de Luque y Cosachov, están imputados por el delito de “homicidio simple con dolo eventual” el enfermero Ricardo Almirón, su jefe Mariano Perroni, el psicólogo Carlos Díaz, el médico clínico Pedro Pablo Di Spagna y la coordinadora de la prepaga Nancy Edith Forlini, mientras que la enfermera Gisela Dahiana Madrid irá a un juicio por jurados populares durante la segunda parte del año.