Cinco pibes caminan por el medio de una típica calle de City Bell. Tienen capuchas, camperones, miran hacia las casas, conversan. Una cámara de seguridad los registra en blanco y negro. Minutos después, uno de ellos recibiría tres impactos de bala que terminarían causándole la muerte. Tenía 17 años. Los otros cuatro escaparon, aunque los familiares y amigos del adolescente juran vengarlo por esa actitud. Por ahora la bronca va dirigida hacia ellos y no hacia el policía federal que hizo los disparos con su pistola reglamentaria, luego de advertir que cinco intrusos se colaban en la casa de su madre, tras destrozar la puerta de madera a patadas.
Esta tremenda historia, que vuelve a combinar violencia y seguridad extrema, sucedió en la madrugada del martes en un chalet situado en 454 y 22, de City Bell, donde descansaba un policía federal de 49 años que vive en la provincia de Chaco pero, al parecer, estaba visitando a su madre.
De repente lo despertaron ruidos fuertes provenientes de la puerta principal de la finca, por lo cual se levantó y logró ver a varios "sujetos que rompían a patadas la puerta de madera", dijeron fuentes oficiales. Con su pistola reglamentaria 9 milímetros a mano, asegura haberles dado la voz de alto policía antes de efectuar cuatro disparos en dirección a donde estaban los intrusos.
Cuatro de los cinco delincuentes escaparon corriendo, mientras el restante quedaba tirado en el piso, herido e incapaz de moverse. Una vez que llegaron los patrulleros del Comando base norte alertados por el llamado que el Federal hizo al 911, los policías confirmaron que tenía, a simple vista, un balazo en el glúteo izquierdo y estaba consciente. Una ambulancia del SAME lo trasladó al hospital de Melchor Romero.
Los policías de la comisaría Décima confirmaron que el implicado tenía 17 años, de modo que comunicaron lo sucedido a la fiscalía en turno del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil (UFI 3), que dispuso la entrega del menor a sus familiares, apenas recibiera el alta. Sin embargo, poco después el parte médico del Alejandro Korn daba cuenta de que el cuadro del paciente era muchísimo más complejo que el que pintaba a su ingreso: "Tenía heridas de arma de fuego en tórax, abdomen y glúteo, con diagnóstico de hemoneumotórax izquierdo, con requerimiento de tubo de avenamiento pleural", ampliaron los voceros. Lo derivaron a terapia intensiva, donde finalmente murió.
Fue oficialmente identificado como Rodrigo Nahuel Carrasco, con domicilio en City Bell. Con ese desenlace, la causa pasó a la fiscalía 8 y cambió la carátula, de "robo en grado de tentativa en poblado y en banda y averiguación de ilícito", a "homicidio en legítima defensa".
Peritos secuestraron un arma de fuego marca Browning calibre 9mm y un cargador con nueve municiones intactas, en tanto que se dispuso la identificación y llamado a indagatoria del policía federal implicado, sin restricción de libertad por considerar que actuó en legítima defensa.
"UN RE COMPAÑERO"
A partir de ese momento empezaron a circular por las redes de los amigos y parientes de Carrasco mensajes de despedida y amenazas hacia los compinches del joven, por entender que "lo abandonaron".
"Son tan cobardes que desde que vieron lo que le hicieron a mi hermano se fueron a refugiar como todos cagones que son, igual en algún momento van a aparecer y ahí no se las vamos a perdonar, lauchitas", se lee en uno de los posteos.
