Doce años después de que estallaran las acusaciones, el profesor de música Lucas Puig fue sentenciado ayer a 35 años de prisión por abusar sexualmente de dos niños que, en 2010, concurrían al Jardín de Infantes San Benjamín, de Los Hornos. La condena fue por “abuso sexual con acceso carnal gravemente ultrajante agravada por ser encargado de su educación en concurso ideal con corrupción de menores agravado por ser encargado de su educación”. Los chicos, que entonces tenían 4 años, son ahora adolescentes de 16 que prestaron testimonio en las audiencias. El juicio terminó con incidentes en la sala, que podrían extenderse a las aulas: algunos gremios docentes salieron a exigir un paro provincial en reclamo de la anulación del fallo y la inmediata libertad del docente, quien llegó al debate en libertad y se fue de los tribunales esposado.
Es que el Tribunal Oral en lo Criminal I de La Plata, hizo lugar a los planteos de la parte acusadora, integrada por el Ministerio Público Fiscal, a cargo de Martín Chiorazzi, junto a los representantes del particular damnificado, y ordenó la inmediata detención de Puig. Flavio Gliemmo, abogado de la familia de una de las víctimas, dijo que sus representados “atravesaron el proceso con templanza y paciencia”. Julio Beley, en ese mismo rol, comentó que este juicio permitirá “devolverle algo de esperanza y tranquilidad a los chicos y sus familias”.
Como se recordará, por este hecho, el fiscal Chiorazzi había requerido una pena de 25 años de prisión para Puig, dado que para él se había probado que abusó de al menos dos alumnos de 3 y 4 años, que concurrían al turno mañana del jardín de Los Hornos.
Como agravantes de la pena se valoró la pluralidad de víctimas, la extensión de daño causado a ellas y a sus familias, y la edad de los menores. Además, el fiscal solicitó la inmediata imputación
de la docente a cargo de una de las salas del jardín, a quien consideró coautora de los delitos de “abuso sexual agravado y corrupción de menores”, pero los jueces entendieron que deberá ser primero investigada, por lo que pidió se envíe una copia de las actuaciones a la fiscalía en turno.
Los "particulares damnificados" llegaron a pedir hasta 40 años de cárcel, con el agravamiento de los cargos. Y, finalmente, los magistrados Hernán Decastelli, Cecilia Sanucci y Ramiro Fernández Lorenzo, fijaron la sanción en 35, lo que hizo que la sala estallara con gritos a favor y en contra de la decisión.
“Estamos muy conformes con el decisorio, se ha hecho justicia luego de tantos años en la que las víctimas crecieron con el proceso; no recuerdo que un docente condenado por abuso agravado haya recibido una pena semejante”, señaló Martín Bolpe, otro representante de una de las familias denunciantes, que agregó: “A lo largo del juicio, se escuchó a los menores, quienes, dada su edad actual, pudieron contar con detalles los abusos a los que fueron sometidos por Puig”.
Para Bolpe, el fallo “habla de la necesidad de escuchar a las víctimas, quienes, en este caso, por su tan corta edad, son sumamente vulnerables” y además que “es un mensaje para las instituciones
educativas que deben elaborar e implementar protocolos eficientes a fin de evitar que hechos como estos puedan repetirse”.
Por su lado, la defensa del docente, que ya adelantó que recurrirá el fallo a Casación, insistió con los planteos por presuntas irregularidades a lo largo del proceso.
Daniel Apaz sostuvo que la acusación fue una “fábula”, una “fantasía” y Adrián Fernández Koenig que “estamos defendiendo a una persona que no es culpable de ningún delito”.
Nada provino de los menores, sino de los adultos convivientes”, concluyó contrariado.