Otra jubilada platense vivió un calvario a manos de una banda de delincuentes que la sorprendió en el momento y lugar de mayor vulnerabilidad: durmiendo de madrugada, en su propia casa. Ocurrió a las 4 y media de la mañana del martes en una propiedad de 41 y 115, en el barrio Hipódromo, en donde irrumpieron al menos cuatro hombres que se dividieron, de arranque, en distintos roles. Por eso la víctima vio a un solo ladrón, que fue quien le tapó el rostro con una frazada.
Lo primero que le espetó el asaltante fue que era policía y que quienes lo acompañaban eran "profesionales”, afirmaciones que convencieron a la mujer de no intentar resistencia ni moverse de su cama. Desde allí escuchaba que varias personas recorrían los distintos ambientes de la casa revolviendo muebles y pertenencias en busca de lo que pretendían: objetos valiosos y dinero en efectivo, particularmente divisas extranjeras.
En la recorrida, uno de los sujetos abrió una puerta con la que activó sin querer la alarma de la vivienda. Ese paso en falso conspiró seguramente contra los planes de la banda de permanecer más tiempo en ese domicilio.
“No lo pensaron dos veces, enojados entre sí, decidieron apurar la fuga con lo que ya tenían en su poder”, explicó un investigador, antes de confirmar que se llevaron 2.800 euros, 200 dólares y 100.000 pesos argentinos, además de un pasaporte que estaba junto al dinero.
Se presume que la banda accedió al domicilio después de colarse por los fondos del terreno y violentar una reja de la cocina, aunque esto es materia de investigación, igual que la modalidad y dirección de la fuga. Para sumar pistas, personal policial de la comisaría segunda hizo un relevamiento de las cámaras de seguridad públicas y privadas instaladas en los alrededores.
Por otro lado, en el apuro por escapar con la alarma activada, los delincuentes olvidaron una mochila en la escena, que será peritada en procura de rastros. Instruye la causa la UFI 9.