Gastón García (51) siempre supo que podía sufrir un asalto en su casa, pero presumía que podía ocurrir de madrugada o de noche. Contra todos sus pronósticos, el mal trago llegó a las 4 de la tarde, cuando estaba con su hija de 19 años en su casa de 509 entre 9 y 9 bis, en Ringuelet. El miraba televisión, mientras la chica estaba en su computadora.
Fue ella quien advirtió que había intrusos en la vivienda. "Escuchó un golpe fuerte en el patio -contó el padre-; porque los ladrones saltaron desde un paredón al patio, luego de treparse al techo por el frente de la vivienda”.
“Apenas me levanté para saber a qué obedecía ese fuerte ruido, ya los tenía encima. Estaban los dos encapuchados y uno de ellos tenía un arma de fuego en una mano", recordó, antes de agregar que, con la otra, le pegó "un fuerte cachetazo en la mandíbula”. Los delincuentes tendrían aproximadamente 20 años y, según recuerda el dueño de casa, "ambos estaban muy nerviosos, especialmente el que andaba armado". Por eso, García intentó tranquilizarlos.
“Les dije que iba a darles lo que querían. Como justo había cobrado mi sueldo como empleado de comercio, junté además un pequeño ahorro y les entregué 200.000 pesos”, reveló el
vecino. Pero los asaltantes querían más. Después de atarle las manos con la chalina de su mujer, a Gastón le robaron su alianza y decidieron llevarse también su coche.
"Escaparon con mi Citroën C4 de color rojo, modelo 2007, al que le tengo un cariño especial porque lo compré cero kilómetro", comentó al diario El Día. García recordó, además, que el delincuente desarmado tenía una actitud algo más benevolente. Tanto, que le pidió "disculpas por tener que venir a robarte", aunque nunca dejó de acatar las órdenes de su compinche, que era el que llevaba la voz cantante.
La joven no fue atacada, aunque los intrusos no dudaron en empujarla cuando intentó correr hacia la calle para pedir ayuda y uno de ellos le impidió avanzar. En los 15 minutos que duró el atraco los ladrones le "informaron" a las víctimas que eran de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y preguntaron qué camino tomar para subir a la autopista. Sin embargo, García cree que mintieron.
"Deben ser de la zona, porque antes de que llegaran no escuché ruidos de motores de autos o motos. Para mí llegaron caminando y se fueron en mi auto", que sigue desaparecido.
La Policía informó que los dos delincuentes fugaron con el Citroën de la víctima en dirección a la Autopista, en el sentido de circulación hacia Capital Federal. Padre e hija fueron encerrados en un baño. "El más chico de los dos, el que me había pedido disculpas, me dijo ‘dame 5 minutos, que nos vayamos de acá, y después salí’”, reveló.
