Las muertes de tres presos de la Unidad 9, ocurridas en las últimas semanas, son investigadas por la justicia penal de La Plata, confirmaron fuentes judiciales.
Los mismos voceros aclararon que los fallecimientos habrían ocurrido por “paros cardiorrespiratorios no traumáticos” y no por intoxicación con drogas adulteradas, como se especuló en las últimas horas: el primer caso sucedió el 17 de mayo, luego ocurrió otro el 1° de junio y el tercero fue el 11 de junio.
Los tres detenidos estaban -aseguran- alojados en tres pabellones distintos y fueron atendidos por los médicos de guardia en Sanidad. Uno de ellos fue derivado al Hospital San Martín, donde poco después se produjo el deceso.
En todos los casos se le dio intervención a la Justicia, que ordenó la operación de autopsia y “no informó que hayan sido por intoxicación con drogas”. Aclaremos que por ahí pasaban todas las sospechas.
Además, fuentes oficiales desmintieron el rumor de que los internos sufrieron una presunta intoxicación en el Pabellón de exfuerzas de seguridad y posteriormente fueron derivados a hospitales extramuros y rechazaron que haya más internados por lo mismo.
“La Unidad 9 es una unidad que tiene entre 500 y 600 internos con cuestiones médicas porque está muy cerca de centros asistenciales, por lo que no es extraño que sucedan decesos en poco tiempo”, dijo un vocero.
“No hay ninguna denuncia de salud penitenciaria, ni de los hospitales, tampoco requerimiento por parte de la fiscal”, aseguraron además las fuentes en relación a la investigación que trascendió y que salió a la luz en las últimas horas.
El detenido que murió en circunstancias más dudosas es Juan Manuel Liberto, un ex penitenciario de 45 años que fue condenado a perpetua por asesinar a golpes -junto a Héctor Mario, Rodrigo Emidio Chaparro, Gerardo Rodolfo Luna y Víctor Miguel Gallego- a un preso de la Unidad 46 de San Martín, el 28 de enero de 2012.
Liberto cumplía condena en el pabellón 16 B de la Unidad 9 de La Plata, destinado al alojamiento de ex miembros de las fuerzas de seguridad. Las otras dos muertes ocurrieron en el pabellón 11 y en el 13, de evangélicos. Al parecer también fueron internados de urgencia otros doce presos del pabellón 14 B, a quienes ya les dieron el alta médica, trascendió extraoficialmente.
Por lo pronto, la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) tomó intervención y pidió informes a las autoridades penitenciarias.
Desde la población carcelaria denuncian que “se desató la tragedia porque en el pabellón donde están los exfuerzas de seguridad hay una banda que vende drogas de todo tipo. A Liberto le dieron cocaína adulterada, no tenemos dudas de eso, también creemos que las otras dos muertes y las doce internaciones por cardiopatías fueron por la misma causa”.
Agregaron que Liberto "era un tipo joven y hacia deporte, no tenía ninguna enfermedad”, por lo que presumen que "lo asesinaron, como también lo hicieron con los otros muchachos, porque él algo nos había contado de lo que sucedía en su pabellón”.
Para dar sustento a sus dichos, aportaron una foto que la presunta banda narco se sacó mientras estaban en los buzones de castigo -a donde habrían sido trasladados sus miembros tras la muerte de Liberto- y la publicaron en sus estados con la frase: “Listo… el negocio sigue vigente”.
