Pasaba de casualidad en moto por la puerta de una casa en Punta Lara, con cuyos ocupantes mantenía una conocida rivalidad, o llegó al lugar decidido a saldar alguna cuenta pendiente. Esos son los dos escenarios posibles que ahora manejan los investigadores del asesinato de Leonardo Fabián Casal (21), ocurrido el martes por la noche en el barrio Piria de Ensenada.
La víctima recibió un tiro en la espalda. Según indicaron fuentes oficiales, iba en una moto blanca tipo 110 junto a un amigo y llegó a manejar unos 300 metros. Después no aguantó más y cayó pesadamente sobre la cinta asfáltica.
Todo comenzó en las calles 7 y 24, cerca de las 21.45. En ese lugar se produjeron los disparos. Hablan de que se escucharon varios.
Leonardo conducía el rodado y lo alcanzó un proyectil en el sector dorsolumbar.
Lo demás es la historia conocida. En 5 y 22 se produjo el desplome y la asistencia de una patrulla policial y, posteriormente de una ambulancia del SAME, que lo llevó de urgencia hasta el hospital Horacio Cestino.
Sin embargo, los esfuerzos médicos no lograron salvarle la vida y a las 23.10, luego de un paro cardiorrespiratorio a las 22.55, se lo declaró oficialmente fallecido.
Así, Casal se convirtió en la octava persona asesinada en la Región en este 2025, que empezó a sangre y fuego.
Siete de esos casos ocurrieron en La Plata, cuatro de ellos en un contexto de inseguridad, y el restante, es el que conmueve a la vecina ciudad.
Volviendo a la investigación del crimen del joven de 21 años, fanático de River y de las motos y quien había sufrido una dolorosa pérdida familiar tiempo atrás, el caso está en manos del fiscal Juan Mennucci.
En ese sentido, versiones indican que la pesquisa estaría muy avanzada y que cuenta con un sospechoso en la mira, que sería integrante de la llamada “banda del conductor”.
Se trataría de un clan familiar muy conocido en Punta Lara y que posee profusos antecedentes penales.
El testimonio de quien acompañaba a Casal es la clave del caso, aunque voceros cercanos al expediente judicial mencionaron que “no contó todo lo que pasó. Se olvidó de una parte”.
“Igualmente están las cámaras de seguridad, que lo toman cuando se iban del lugar de los disparos y ahí se ve claramente que llevaba algo en la mano”, agregaron.
Según esa declaración, ampliaron los informantes, su presencia con Casal por las calles 7 y 24 fue circunstancial, pese a que sabían que ahí estaba la residencia de las personas con las que habían confrontado en varias ocasiones.
Como es costumbre, en las redes sociales se notó el impacto que provocó este luctuoso episodio. Hubo mensajes cargados de angustia y pedidos de justicia.
“Se va a hacer justicia hermano. El hijo de puta que te mató, lo va a pagar muy caro. Te juro que no voy a quedarme quieta hasta que esté preso y pague por lo que hizo”, posteó desde su cuenta de Instagram, Priscila Ayelén Casal.
“Mi más sentido pésame para Silvia y sus hijos. Que tristeza Dios mío“, rezaba otro de los posteos.
También dijeron “qué tristeza Dios mío, que descanse en paz. Acompaño en su dolor a la familia, Dios mío, dale fuerzas a la familia. Y que se haga justicia. Nadie puede sacar la vida a otro ser humano, solo Dios. Así estamos. Justicia”.
Como contrapartida, del otro lado de este conflicto, quien estaría sindicado como autor del disparo, aunque aún falta certificarlo, se volcó a la virtualidad para expresar su estado de ánimo: “Gané la pelea”, apuntó en supuesta alusión al altercado fatal.
Para esto, anoche, en medio de muestras de profundo dolor, se realizaba el velatorio de Casal en la cochería Tabera, situada en Avenida Bossinga y Brasil.
“Familia y amigos, el velatorio de Leo empieza a las 22.30. Todo aquel que quiera despedirlo, es bienvenido. Atte. Familia Casal”, escribieron en Facebook.
UN ANTECEDENTE DE VARIOS QUE HUBO
El 8 de septiembre del año pasado, alrededor de las seis de la mañana, hubo una fiesta en una vivienda de la calle 24 entre 5 y 7 -en Punta Lara-, que terminó muy mal. Fue cerca del lugar donde este martes por la noche hirieron de muerte a Leonardo Casal (21).
El testimonio de lo que pasó aquel día, lo brindó un primo de la víctima, que puso sobre la mesa el nombre de tres hermanos, que serían del “clan del conductor”. Uno de ellos es el que ahora está señalado incluso como responsable del asesinato.
Al parecer, esos tres familiares los agarraron a trompadas y patadas, pero se ensañaron especialmente con Leonardo, a quien agredieron de la peor manera.
Si bien el declarante mencionó que conocía a los acusados del barrio, agregó que jamás había tenido problema con ellos.
Quien sí mantuvo varios encontronazos fue el propio Leonardo Casal, al que, por alguna razón, eligieron como objetivo principal del castigo. Los por qué de esa rivalidad es lo que ahora se intenta desentrañar. Más cuando la muerte que muchos pronosticaban, se acaba de producir.
