La problemática vial sigue encendiendo las alarmas en la Región conformada por La Plata, Berisso y Ensenada. En abril, la cantidad de accidentes de tránsito mostró registros impactantes por sus trágicas consecuencias, con nueve personas fallecidas, la mayoría usuarias de motos.
A nivel país, el 2024 cerró con 3.894 víctimas fatales, de la cuales 1.231 corresponden a la provincia de Buenos Aires, con una tasa de mortalidad de 6,8 cada 100 mil habitantes. Según las estadísticas oficiales, la siniestralidad fatal muestra características que se mantienen en el tiempo: la mitad de los eventos ocurre en rutas y 6 de cada 10 incidentes con resultado muerte se debe a una colisión.
También se mantiene el perfil histórico de las víctimas mortales: hombres, jóvenes entre 15 y 34 años y usuarios de motocicletas. Ya proyectando el 2025, los datos que se desprenden de los informes brindados a este diario son preocupantes.
Por ejemplo, en toda la jurisdicción de Ensenada (centro, El Dique y Punta Lara), en marzo hubo 76 accidentes. Prácticamente los mismos valores que arroja el promedio del primer trimestre del año en ese distrito, con 80 incidentes mensuales.
En Berisso, por su parte, se nota una altísima incidencia de las motos en los accidentes. En enero resultó del 36,4 por ciento, pero en febrero la curva fue en ascenso hasta un 72,7 por ciento. Y en marzo se estableció en el 63,8 por ciento.
De todas formas, respecto de los valores de Ensenada, en esta ciudad la cantidad de intervenciones del SAME por incidencias en el tránsito fue sensiblemente menor durante los tres primeros meses de 2025, con un nivel promedio de 30,6 salidas.
En La Plata, por razones obvias, ya que su densidad poblacional y el parque automotor es ostensiblemente mayor, la situación se agrava y mucho. Pese a que el Municipio no respondió a un pedido de acceso a sus estadísticas formulado por este diario, se conoce la realidad, cruda y dura, ya que todos los días se asiste a una impresionante cantidad de accidentes de tránsito.
Un informe de 2024 refería que, hasta el mes de agosto de ese año, se contabilizaban unos 600 eventos viales por mes. Una verdadera locura. A todas luces, pese a lo trillado que parece la cuestión, se trata de un drama que no encuentra freno.
En enero de 2024 fueron 843 los accidentes en la vía pública; en febrero, 671; en marzo, 719; en abril, 650; en mayo, 649; en junio, 448; en julio, 415 y en agosto, 467. Eso da un total de 5.271 eventos y su promedio se establece en poco más de 600 hechos mensuales. La modalidad más frecuente fueron las colisiones entre autos y motos. Y en más del 65 por ciento de esos episodios, los motociclistas no llevaban casco de protección colocado.
Un reflejo de lo que sigue ocurriendo en la actualidad. Por lo que se presume que, en 2025, en la Ciudad se mantendría la tendencia en cuanto a los niveles de siniestralidad.
Pedro Perrota, presidente de la ONG Corazones Azules, especializada en cuestiones viales, expresó en una reciente nota que “La Plata sigue siendo una de las ciudades del país con más accidentes. Eso lamentablemente no ha cambiado”. Los números del tránsito en 2025, son un drama, con 20 muertes en toda la Región
“De manera frecuente, por no decir casi siempre, vemos fallas humanas. Por eso es importante la concientización, la prevención y la educación. No hay otra salida”, destacó Perrota. Y sumó: “Hace cinco años, en la Ciudad, los lugares de mayor ocurrencia de siniestros siguen siendo los mismos. La avenida 520, la 44, por citar algunas. Tenemos mapas, horarios y por eso es importante que el Municipio hagan controles, que se trabaje sobre lo que está bien y lo que no”, mencionó.
Para él, la inseguridad vial es también un problema grave de salud pública y entiende que las claves a tener en cuenta son:
- Control y sanción de conductas inapropiadas: el Estado debe recuperar el control de las calles.
- Mayor presencia de inspectores en las calles.
- Educación vial para alcanzar un cambio cultural.
- Compromiso de la sociedad, el estado y las organizaciones.
- Políticas públicas activas para abordar la inseguridad vial.
“Año a año, las motos se han convertido en un vehículo peligroso y vulnerable en la ciudad. En mucho de eso tiene que ver la imprudencia al momento de manejar, el no uso del casco, el aumento en la cantidad de motos circulantes (que en algunos casos no están en condiciones de hacerlo), la falta de controles estrictos, el circular con las luces apagadas, todas situaciones que dejan como consecuencia víctimas fatales, lesiones graves y discapacidades adquiridas”, concluyó.
MÁS INDICADORES
Sin dudas, en este contexto, el nivel de intervenciones del SAME es un indicador que, lejos de ser solo estadístico, refleja una situación crítica que requiere medidas urgentes desde múltiples sectores. Mientras tanto, los profesionales de la emergencia siguen redoblando esfuerzos para brindar atención oportuna en cada accidente, a pesar de la creciente demanda.
Vecinos y organizaciones civiles, en tanto, reclaman urgentes mejoras en la infraestructura urbana, mejor señalización y más presencia de inspectores en las zonas críticas.
“Muchas calles están mal iluminadas, sin semáforos o con baches, lo que aumenta el riesgo”, afirmaron. Aunque los factores que desencadenan estos accidentes son diversos, los expertos coinciden en que la alta velocidad, el desorden en la circulación y la falta de educación vial son algunos de los principales elementos detrás de este crecimiento.