Un hombre fue brutalmente atacado por dos motochorros cuando circulaba en su bici por 8 y 67, de la que lo tiraron de un empujón e inmovilizaron acertándole una puñalada en una pierna. No fue el único asalto que dejó a una víctima al filo de la tragedia. En La Loma, a un hombre lo molieron a golpes intrusos que se colaron en su casa de madrugada y escaparon dejándolo herido, en shock y despojado de sus ahorros. En Tolosa, en tanto, un matrimonio de jubilados también la pasó verdaderamente mal en el sitio que, se supone, deberían sentirse seguros: su hogar.
Repasando los detalles del primer caso, el damnificado fue un hombre de 31 años que circulaba en su bicicleta Kuwara rodado 29 de colores negro, rojo y blanco, cuando lo sorprendieron por la espalda dos sujetos armados con un cuchillo. Iban vestidos de negro, con capuchas, cuellitos tapándoles la cara y en una moto oscura y descachada. Claro que él no se percató de su presencia sino hasta que sintió el manotazo y el tirón en una de las correas de su mochila, que lo tumbó al piso.
Pese a lo imprevisto del ataque y la caída, el ciclista habría mostrado algún signo de resistencia y fue entonces que, sin darle tiempo a nada, le abrieron un corte en la parte posterior del muslo derecho. Con el hombre lesionado y fuera de combate, los ladrones fueron por lo que les interesaba: la bicicleta. El acompañante se la cargó al hombro y ambos huyeron en la moto, a toda velocidad.
La víctima llamó por teléfono a los amigos, que acudieron desesperados al lugar para trasladarlo de urgente hasta el hospital San Martín. Allí los médicos le suturaron la herida y le dieron el alta. "El corte no fue grave", se informó oficialmente, "solo le bajó la presión por el shock nervioso, pero está bien”.
"LA PLATA O TE QUEMAMOS"
Otro de los hechos sucedió ayer a la madrugada en 42 entre 23 y 24, La Loma, donde al menos tres delincuentes armados se colaron en la vivienda en la que descansaba una familia. En cuestión de segundos, el clan logró reducir al propietario de la casa, quien se acercó a una ventana para averiguar de dónde provenían los ruidos que lo habían despertado. Eran las 2.30 de la mañana.
No está de más aclarar que la finca tiene rejas, cámaras de seguridad y alarma. Pero nada de eso evitó que los intrusos la coparan. Lo que se sabe es que barretearon la puerta y enseguida se abalanzaron sobre su presa. Uno de los sujetos tomó del rostro a su víctima y le aplicó una trompada. Después le preguntó dónde tenía el dinero. En total estado de indefensión, el hombre les indicó un cajón donde tenía billetes de baja denominación.
“Vos sabés que no venimos por esto. Dónde tenés la plata. Te voy a matar. Te voy a pegar un tiro. La plata o te quemamos. Hablá”, le gritaron. Antes de que pudieran llegar a toparse con su esposa, el hombre acudió a una habitación y puso en manos de los ladrones un total de 8 mil dólares y 900 mil pesos. Para ganar tiempo, encerraron al damnificado en una habitación y tomaron los dos teléfonos que estaban en la mesa. Así, sin más, salieron caminando del lugar.
LA PESADILLA DE DOS JUBILADOS
Por último, en Tolosa, un hombre de 85 años y su mujer, de 81, se despertaron con dos perfectos desconocidos en su casa de 17 entre 526 y 527, confirmaron fuentes de la Policía. Sucedió de madrugada, justo después de que los asaltantes lograron violentar una abertura y ganar el interior del domicilio. Reducir a los dueños no les demandó más que su presencia y las amenazas verbales, aunque, según trascendió de algunos vecinos, también los golpearon.
Los intrusos, se supo, vestían ropas oscuras y se llevaron sus celulares, algo de dinero (14 mil pesos) y el auto, un Fiat Palio blanco. En la escena quedó tirada la barreta que emplearon para acceder a la propiedad, que ahora será peritada para saber si cuenta con rastros aptos para cotejo identificatorio.