"Culpable" y "25 años" de pena. Las dos frases que resonaron ayer en los tribunales de La Plata le dieron cierre a uno de los asaltos más cruentos de los últimos años en la Región, que tuvo como víctima al joven traductor y estudiante de Periodismo Juan Pablo Rigotti y como responsable a Walter Osvaldo Ferraras, quien admitió haber matado mientras procuraba conseguir plata para drogarse. Sucedió el 11 de marzo de 2016 en una vivienda de Ensenada, donde, además de Rigotti, estaba su novia. La chica sufrió importantes heridas, aunque logró sobrevivir y fue
una de las piezas basales en las que se apoyó la pena.
En el fallo condenatorio del Tribunal Oral en lo Criminal 5 de La Plata (integrado por Carmen Rosa Palacios Arias, Ramiro Fernández Lorenzo y Ezequiel Augusto Medrano) se dio por acreditado que todo pasó alrededor de las 16.30 en una casa de dos plantas situada en la calle Francisco Cestino entre Independencia y Libertad, donde irrumpió Ferraras después de treparse al balcón del
dormitorio del primer piso. En su poder, llevaba un cuchillo.
Al escuchar ruidos, Rigotti subió a la habitación y se topó cara a cara con el intruso. Al parecer, el joven no tuvo ninguna chance de oponer resistencia, ya que el agresor lo redujo colocándole
un cuchillo en el cuello. De ese modo lo hizo bajar por las escaleras hasta la planta baja, donde estaba la pareja del estudiante. Ahí se desató el horror. El ladrón se llevó $800, una cámara fotográfica y un celular.
Juan Pablo había nacido en Tandil y trabajaba como corrector de libros por Internet, mientras preparaba la tesis final de la carrera de Licenciatura en Comunicación Social. Estaba en pareja con Martínez desde hacía 10 años y se habían instalado en esa casa del barrio Cambaceres en octubre de 2015. Antes vivían en La Plata, en 33 entre 15 y 16. No tenían hijos.
