La circunstancial ausencia de dos hermanas paraguayas en un PH del barrio Altos de San Lorenzo, sirvió de resquicio para que el delito dejara su huella: con la casa sin moradores, desapareció una buena suma entre pesos y dólares, más otras pertenencias de valor de las víctimas.
Así lo confirmó una de las damnificadas, Idalina Paiva (39), quien con suma entereza, pese al complejo panorama que generó la desagradable situación, aceptó contar lo sucedido en su domicilio de 76 entre 21 y 22.
En primer lugar, mencionó que “a las 10 de la mañana (de ayer) recibí un llamado telefónico de mi hermana, que viajó a Chile para disputar un torneo de básquet adaptado (para personas con capacidades diferentes), informándome que un vecino nuestro le avisó que habían entrado a robar en nuestro departamento”.
"Estaba trabajando en ese momento en el hospital de 141 y 521, por lo que pedí permiso, avisé al 911 y me vine enseguida para acá”, recordó.
“ESTABA TODO REVUELTO”
Al llegar a la vivienda, mencionó que “había patrulleros, varios policías y encontré el departamento todo revuelto. Fue un momento horrible”.
Luego, Idalina conjeturó que “deben haber subido por el techo para bajar por nuestro pasillo. Violentaron una reja y después la puerta de entrada al departamento”.
Asimismo, contaba con el dato de que “los delincuentes eran dos y actuaron a cara descubierta”. Y explicó que “es lo que posteriormente vimos en una cámara de seguridad vecinal de la cuadra”.
Sobre la la magnitud del daño causado, reveló “nos llevaron 500.000 guaraníes, 1.200 dólares, distintos escondites en pesos argentinos por alrededor de 150.000”. Pero además “un anillo de oro, una computadora, un celular nuevo que lo tenía en una mesita de luz sin estrenar y hasta la mochila de mi hijo de un año”.
“Inclusive -consignó- bajaron de un soporte a un televisor, que al final desistieron de robarlo”.
Lamentó además que “(los ladrones) revisaron por completo los dos dormitorios y ni hablar de cómo los dejaron: muebles y cajones abiertos, cosas tiradas arriba de la cama y en el piso, todo mezclado y amontonado”.
Tampoco Idalina pasó por alto señalar que “en el video de la cámara de seguridad se puede ver a estos pibes saliendo a la calle con la mochila robada a mi nene y con un bolso, que usaron para cargar lo que nos sacaron”.
A su vez, fue consultada sobre cuánto tiempo llevan viviendo en esa propiedad horizontal y si ya habían padecido la inseguridad que castiga a vastos sectores de nuestra ciudad. “Hace cuatro años que con mi hermana estamos en este departamento y es la primera vez que nos ocurre algo así”, respondió.
En el barrio, demás está decirlo, existe una notoria preocupación por el accionar delictivo. Como en cada rincón de la Ciudad.
