El delito parece siempre dispuesto a correr los límites para llegar a las zonas más oscuras de las prácticas humanas. Y, allí, los corre un poco más. Solo eso explica que dos encapuchados se hayan colado de madrugada en la casa de una mujer de 90 años, en Tolosa, para amenazarla de muerte -como si su sola presencia no intimidara a una señora indefensa-y colocarle una bolsa de nailon en la cabeza para forzarla a revelar dónde guardaba sus ahorros.
El terrible episodio ocurrió en la calle 3 entre 520 y 521, donde dos sujetos barretearon la reja de una ventana que da a un patio trasero, para ganar el interior de la propiedad y despertar a la víctima. Eran cerca de las cinco de la madrugada del lunes.
Los intrusos vestían ropas oscuras, usaban guantes y uno de ellos tenía su rostro cubierto. Uno tenía un arma de fuego y su compinche un cuchillo. Apenas atravesaron la cocina, llegaron a la habitación principal de la finca, donde despertaron a la jubilada y le pusieron una mano en la boca para amortiguar sus gritos.
Con la escena bajo control, recorrieron los ambientes de la propiedad hasta dar, en un dormitorio contiguo, con 70 mil pesos, alhajas y joyas de oro, entre ellas una alianza matrimonial, un secador de pelo y un teléfono celular.
Pero como estaban obsesionados con robar dólares, apelaron a las peores artimañas para lograrlo. En ese instante la mujer supo que podía ser el último: los desconocidos le pusieron una bolsa de plástico en la cabeza, en una práctica de las épocas más oscuras del país, conocida como “submarino seco”, además de golpearla.
Los asaltantes estuvieron más de media hora dentro de la finca, hasta que se convencieron de que no iban a encontrar nada más para llevarse y decidieron emprender la fuga. Ahora la Policía intenta reconstruir sus pasos con el relevamiento de las cámaras de seguridad del barrio, ya que, por el horario del ataque, no hubo testigos presenciales.
ESCRUCHE EN RINGUELET Y ENTRADERA EN VILLA ELVIRA
En tanto, una docente del Liceo Víctor Mercante recibió el peor aviso a través de su teléfono celular. Fue a primera hora de la mañana de ayer, cuando ya estaba en el colegio de Diagonal 77 entre 4 y 5 y su teléfono le advirtió, por el sistema de alarmas, que se había activado un sensor de movimiento en su casa.
La mujer se dirigió pronto a su vivienda, en 511 entre 8 y 9, en la localidad de Ringuelet, y la encontró abierta, con un patrullero frente al portón. Ella y los policías entraron al inmueble y comprobaron el paso de una banda de delincuentes, que dejó puertas y vidrios rotos, la alarma arrancada y varios faltantes.
Según trascendió, los ladrones se apoderaron de 70 mil dólares (más de 64 millones de pesos al valor del mercado blue), 100 mil pesos y una tarjeta de crédito.
Por último, en una vivienda de la calle 78 D entre 12 y 12 bis, Manzana F, en Villa Elvira, se vivió otra situación terrorífica: alrededor de la 01.40 de la madrugada, una joven de 24 años salió a la puerta de su casa para despedir a un amigo, aparecieron tres delincuentes que se bajaron armados de un auto y los metieron dentro de la construcción.
A los damnificados le llamó la atención que uno de los ladrones tenía una llave francesa de grandes dimensiones en sus manos. Si bien la chica alcanzó a correr hacia el interior de la casa, buscando llegar a su habitación para llamar al 911, la bajaron por una escalera de los pelos, mientras mantenían amenazado a su amigo y a los padres.
A partir de ese momento arrancaron las amenazas y los golpes. Al revisar las habitaciones del domicilio, en una de ellas encontraron una suculenta suma: 4.000 dólares y 150 mil pesos. Todos los asaltantes vestían ropas oscuras, cubrían sus cabezas con pasamontañas y se alejaron del barrio en un auto.
Las víctimas sufrieron heridas leves.
