La casa en la que vivimos debe ser el sitio en el que nos sintamos más seguros, salvo en ocasiones muy particulares, como cuando delincuentes toman el control de la situación y de nuestra propia vida. Eso les pasó en las últimas horas a un vecino de Villa Elisa, que se topó con intrusos cuando volvió a su vivienda después de haber pasado buena parte del domingo fuera; y a una mujer de 85 años, reducida por una banda de encapuchados cuando se disponía a su salir de su propiedad en Tolosa para pasear a su perrito.
El primero de los casos mencionados sucedió a las 18 del domingo en 1 entre 49 y 50, de Villa Elisa, cuando un hombre volvió a su casa después de pasar varias horas fuera y notó que las luces estaban encendidas. Y él no las había dejado así. Se acercó al interior con mucho sigilo, probablemente convencido de que si se trataba de un escruche los ladrones ya se habían ido. Pero no. Apenas observó que había movimientos dentro intentó encarar para la calle, pero se topó con otros dos sujetos que lo persiguieron y tumbaron al piso a golpes, patadas y culatazos. Encima, estaban armados.
"Incluso simularon fusilarlo", contó una fuente con acceso a la denuncia, todo para forzarlo a revelar dónde guardaba dinero en efectivo, sobre todo dólares. El muchacho les dijo que no tenía más que 30 mil pesos y los intrusos le creyeron, hasta cierto punto, ya que lo obligaron a desbloquear el teléfono para que abriera su cuenta DNI y les transfiriera con una orden de extracción sin tarjeta todo lo que le quedara, que no eran más que 20 pesos.
Con las manos atadas, el damnificado tuvo que ver cómo cargaban en las mochilas sus objetos de valor. Además del dinero se llevaron una bicicleta rodado 28, una notebook Lenovo, un celular
Motorola G82, una motosierra Stihl y una Tablet Samsung. Luego de cargar todo el botín a una camioneta que los pasó a buscar tras un llamado, los sujetos abandonaron finalmente la escena.
Antes de retirarse, eso si, uno de los agresores le advirtió que debía permanecer en silencio e inactivo durante algunos minutos. Como pudo, el hombre se deshizo del cable y los trapos con los que le habían atado las manos y se comunicó al 911 para denunciar lo que acababa de pasarle. Para entonces, la banda debía estar ya muy lejos.
EN TOLOSA
Una jubilada de 85 años vivió ayer a la mañana un verdadero calvario en su casa de 528 y 121, cuando, a eso de las 9.30, quiso sacar a pasear a su perrito y apenas abrió la puerta se encontró con tres sujetos vestidos de negro, con capuchas y guantes, que la encañonaron y amenazaron de muerte para exigirle la entrega de todos sus ahorros.
“La plata, la plata, dame los dólares”, repetían, incluso cuando la víctima demostró desde el primer segundo que no podía ni intentaría ofrecer resistencia. Dejó que los delincuentes recorrieran su casa, no sin aclararles que no tenía dólares, y esperó pacientemente a que revolvieran todas sus cosas hasta encontrar pulseras, anillos, cadenas de plata, su anillo y cintillo de bodas, y otras alhajas de oro. También le robaron entre 50 y 60 mil pesos.
Según la policía, escaparon por la parte trasera de la vivienda, el mismo lugar por el que ingresaron. La mujer resultó ilesa, aunque terminó en estado de shock.
