Un platense de 57 años recordará a la madrugada de ayer como una de las peores de su vida. Y todo por cuatro delincuentes que se metieron por la fuerza en su casa de 82 entre 115 y 116, lo despertaron con las armas apuntándole a la cara y le exigieron "toda la plata" a los gritos. Después, lo de siempre, lo ataron y mantuvieron reducido hasta que dieron vuelta los ambientes y escaparon con todo lo que encontraron y les pareció valioso. Y todo, es todo: se llevaron hasta un cigarrillo electrónico.
Todo arrancó a las 3.30 del viernes, cuando la víctima estaba durmiendo. Los delincuentes le reclamaron a viva voz los dólares, le sujetaron las manos con precintos y le ordenaron que se tirara al piso. Dijeron estar al tanto de que ahí había "mucha plata”, aunque prometieron no hacerle nada.
La banda escapó con 300.000 pesos, 1.200 dólares, algo de cambio que encontraron en una billetera y dos teléfonos celulares (excepto los chips de ambos aparatos) además del cigarrillo antes mencionado. Robaron también una cadena de oro, una cadena de plata, dos anillos, y algunas herramientas: una máquina atornilladora y una agujereadora.
Para huir, le pidieron al dueño de la casa la llave del portón del frente, que dejaron sobre la mesa para no sumar complicaciones. Este dato y el de los chips, sumado al hecho de que todo el tiempo intentaron tranquilizar al damnificado, probaría que la banda sabía lo que hacía y qué buscaba, sin saña.
