Ernesto Baaclini, abogado del arquero uruguayo de Vélez Sarfield, Sebastián Sosa , aseguró ayer que el relato de la denunciante en la causa iniciada en Tucumán, por presunto abuso sexual contra cuatro jugadores de ese club “está armada” y cuestionó a la joven al preguntarse: “¿Por qué no se retiró o no gritó?”.
Asimismo, remarcó que existe una “alta probabilidad” de que Sosa quede detenido, pese a que, aseguró, "no hizo nada más que mandarle un chat. El abogado expresó esta preocupación después de haber observado el testimonio proporcionado en la Cámara Gesell: "El futuro de Sosa es incierto”, vaticinó.
El abogado también señaló algunas contradicciones en el testimonio de la joven -"se contradice. Nos llaman la atención algunas cuestiones”-, y resaltó que los chats entre Sosa y la periodista deportiva "indican consentimiento. Corroboran que no estuvo ni embriagada ni drogada”.
No puede escribir con tanta claridad una persona embriagada”, sostuvo.
Asimismo, el abogado mencionó que hubo un cambio en la postura de la denunciante después del presunto incidente. “Hubo un consentimiento y se arrepintió a las 12 horas”, afirmó Baaclini.
En cuanto a la participación de Sosa en los hechos, el letrado aseguró que su cliente "no tiene nada que ver”, e hizo referencia al testimonio de la denunciante, quien supuestamente afirmó que el arquero estaba dormido y no la tocó.
Por lo pronto, hoy se conocerá la suerte que correrán los cuatro acusados, ya que el magistrado a cargo del expediente resolverá si les impone prisión preventiva.
Además de Sosa, están acusados los futbolistas Abiel Osorio, José Florentín y Braian Cufré, todos, por ahora, libres. Entregaron sus teléfonos, sus DNI y pasaportes, aceptaron fijar domicilio en Tucumán y se sometieron a pericias en el Centro Médico Forense.
Fernando Burlando, abogado civil de la denunciante, opinó que “haciendo un análisis responsable del tema, la Justicia podría generar algún tipo de libertad provisoria, por lo menos hasta que exista una sentencia firme, pero todo dependerá de lo que pase en estas 48 horas”.
En una entrevista radial, Burlando opinó que “el delito es gravísimo, porque es un abuso sexual agravado por la pluralidad de intervinientes. Cuando son dos o más personas eso califica la figura y hace que la pena mínima se establezca en ocho años y la máxima en 20. Lo que viene de cara al futuro para los acusados es durísimo”.
Sobre Sosa, opinó que “si bien no participa activamente del abuso sexual, es quien convoca a la emboscada, así que va a ser muy difícil que se deslinde de responsabilidad”.