Un tremendo escándalo ocurrió en las últimas horas en Ensenada, cuando los padres de una menor de 13 años descubrieron que había sido seducida por un allegado, de 29. Tan fuerte era el vínculo de amistad con la familia, que habían compartido un viaje por Brasil del que regresaron el domingo pasado. En las bucólicas playas se habría concretado el abuso.
Fue una conocida de la menor quien se contactó con los padres para contarles que había visto una serie de mensajes y fotos que le parecieron muy inapropiadas. Ellos revisaron el celular de la adolescente y quedaron en shock por los diálogos que leyeron. Este es uno
- “¿No querés ser mi novia?”.
- “Si mi amor”.
- “Ahora después de bañarme te mando fotos”.
- “En la casa te como después”.
- “Necesito tus besos”.
- “Yo también amor mío”.
- “¿Y si decimos lo nuestro?”.
- “Nervios”.
- “Me besás”.
- “Siiii”.
- “Unas ganas de levantarte todo”.
- “Sos y siempre vas a ser el amor de mi vida”.
- “¿Hoy al fin dormimos juntos?”.
- “Grabate que te quiero ver”.
Este material ya consta en una causa penal y serviría para probar una captación de la voluntad de la menor por parte de un adulto, que condicionó su bienestar psíquico y su normal proceso de
formación sexual. Los padres hablaron con su hija para saber cuándo y cómo comenzó este vínculo. La chica lloró, pidió disculpas y admitió que hubo tocamientos, pero no penetración.
Tan indignado como furioso, el papá de la chica decidió ponerse en contacto con el acusado, quien respondió con una insólita excusa: “Lo que pasa es que estamos enamorados”. Al rato, una turba de allegados a la víctima decidieron hacer justicia por mano propia.
En un clima de absoluto desborde emocional, entre 30 y 40 personas irrumpieron en la casa del acusado, en 1 entre 4 y 4 bis, de Punta Lara, donde rompieron todo y lastimaron a varios parientes que estaban en el lugar. El que no estaba era el sospechoso, quien, enterado del violento suceso en su domicilio, decidió presentarse en la comisaría segunda de Ensenada al grito de “me vine a entregar porque me enamoré de una menor de 13 años”.
Mientras los policías preparaban el papeleo en la seccional, los manifestantes intentaron irrumpir en la dependencia, de modo que los efectivos formaron un cordón de seguridad y decidieron trasladar al demorado a la comisaría primera de esa ciudad.
LIBRE, PERO LEJOS
En la causa tomó intervención el fiscal penal en turno de La Plata, Juan Mennucci, quien, ante las pruebas colectadas -que en principio demostrarían la materialización del delito de “grooming” (la captación con fines sexuales de menores de edad a través de dispositivos o medios tecnológicos)-, decidió disponer su libertad mientras se avanza con la investigación.
“El abuso sexual simple, tenemos entendido, ocurrió durante el viaje que hicieron a Brasil. Pero allá no tenemos jurisdicción. Igual se está intentando determinar bien cómo se sucedieron los hechos. Hoy tenemos el grooming como principal figura de cargo, que prevé una pena de prisión de 6 meses a 4 años de prisión. Por eso la excarcelación”, indicó un vocero de la pesquisa.
De todas formas, sí se decidió una medida cautelar de restricción de acercamiento a menos de 100 metros de la menor y de su grupo familiar, de la vivienda de ellos, de sus lugares de trabajo y esparcimiento y una prohibición de contacto por cualquier medio, por un lapso de 90 días.
“Que habiendo analizado las constancias obrantes en autos, considero que se trata de una situación de gravedad, necesidad y urgencia”, sostuvo la jueza Marcela Garmendia al analizar el requerimiento fiscal. “Por lo que, advirtiendo que existen motivos bastantes para inferir la existencia de un peligro cierto de que se reiteren hechos como el denunciado en la presente IPP, entiendo que resulta ser una circunstancia determinante para la concesión de lo peticionado”, se agregó en el fallo.