Cuando se cumplen tres años de que Fernando Báez Sosa (18) fue asesinado a golpes a la salida del boliche Le Brique, en Villa Gesell, hoy será la última jornada del juicio contra los ocho acusados de cometer aquel salvaje homicidio. Para esta audiencia, la defensa citó a dos peritos que cuestionan la autopsia realizada a la víctima, pero la expectativa gira alrededor de la posibilidad de que más imputados decidan hablar. Hasta el momento, sólo declararon tres, poco, lo que quisieron y de manera, supuestamente, espontánea: Máximo Thomsen y los hermanos Luciano y Ciro Pertossi
En el arranque de la audiencia, el perito Juan José Fenoglio cuestionó el trabajo del médico Diego Duarte, que practicó la autopsia de Fernando en el Hospital de Pinamar. "En los casos de traumatismo de cráneo, por accidente o estas circunstancias, es raro que se produzca la muerte en el lugar del hecho. Generalmente, los pacientes con este tipo de traumatismo llegan al hospital", consideró.
Y siguió: "Leyendo el informe de autopsia, nos encontramos con algunas cosas que no coincidían con lo que nosotros pensamos". Explicó que "el cráneo es una unidad cerrada que protege muy bien al cerebro. Por más que el cerebro deje de funcionar por cualquier causa, el corazón sigue funcionando normalmente porque no depende de la función cerebral. Lo que puede pasar es que cambie la frecuencia cardíaca, que baje, pero no que se llegue a un paro cardíaco".
Antes de entrar a los tribunales de Dolores, el fiscal Juan Manuel Dávila había anticipado este testimonio aportado por la defensa: "Cuestionarán o darán otra hipótesis de lo que pasó", pero aclaró que "son muy sólidos los argumentos de los médicos que ya expusieron a los efectos de determinar la causa de la muerte".
UN DÍA ESPECIAL
Los padres de Fernando, Graciela y Silvino, llegaron a los tribunales con una vestimenta muy especial: una remera blanca con la foto del último año nuevo que pasaron junto a su hijo. "Nos tenemos", se leía debajo de la imagen, junto un corazón. Estaban acompañados por otros familiares, algunos llegados desde Paraguay, que se mostraron con remeras con el pedido de Justicia.
El fiscal Dávila no descartó que Graciela y Silvino vuelvan a declarar a pedido de los abogados que los representan: "Posiblemente pidan la palabra a los efectos de exponer algo, nada más", aclaró. Por lo pronto, dijo que el balance del debate "es muy positivo" y confirmó que el próximo lunes 23 "alegará la acusación" y, al día siguiente, lo hará la defensa.
Hugo Tomei, el abogado de los ocho acusados, llegó muy temprano a los tribunales para reunirse con sus defendidos. Aseguró no saber si alguno hablará en la última jornada de audiencia y definió como "confidencial" el encuentro que mantuvo ayer en el penal de Dolores con algunos de sus asistidos. Tampoco se supo quiénes.
En las últimas horas se conoció una filmación, incorporada en el expediente judicial, que tiene la secuencia previa y posterior al ataque mortal que sufrió el joven estudiante de Derecho, asesinado a golpes.
En la filmación, registrada por un domo de la Municipalidad de Villa Gesell instalado en la avenida 3 y Buenos Aires, se puede observar el momento en que la víctima sale del boliche Le Brique a las 4.32 del 18 de enero de 2020, hace hoy justo tres años, tras ser echado por los patovicas por un incidente en el loca. El joven cruzó la calle con el torso desnudo. Llevaba en una de sus manos una camisa. Como declararon sus amigos en el juicio, tras salir del boliche, se compró un helado de uva.
A las 4.36, los ahora imputados son echados del boliche. “El más alterado era Thomsen”, sostuvo en el juicio Alejandro Chiquito Muñoz, que en enero de 2020 era jefe de seguridad de Le Brique.
Si bien, según la filmación, los sospechosos parecen irse para una esquina, vuelven a la zona del local bailable y cruzan la avenida 3 hacia el lado donde estaban Báez Sosa y sus amigos. El ataque mortal comenzó, según el video, a las 4.44. Sesenta segundos después ya había terminado. “La matanza duró 50 segundos, no más. Luego, se ve cómo se van festejando”, sostuvo tras una de las audiencias del juicio el abogado Fernando Burlando, quien recordó el aniversario en su cuenta de twitter.
EL ENFRENTAMIENTO ENTRE BURLANDO Y LAS FAMILIAS DE LOS ACUSADOS
En la audiencia del martes, tras declarar, las madres de Enzo Comelli y Blas Cinalli cruzaron a Burlando. “Quería decirle al señor Burlando que yo no soy ninguna put... Hace tres años que esperé este momento, necesito decirlo”, apuntó María Alejandra Guillén.
La madre de Comelli fue la primera madre en declarar en la audiencia número 12. “Enzo hacía deportes y trabajaba en un boliche, con eso se pagó sus vacaciones”, dijo al referirse a su hijo.
“¿Cómo impactó este evento en la familia?”, preguntó Tomei, mientras la mujer lloraba, en referencia al homicidio de Báez Sosa. “Nos cambió la vida a todos”, contestó la testigo, que siguió: “Mi vida cambió ese día. No puedo salir a la calle”.
Y agregó: “Sufrimos acosos, llamadas”. Fue cuando la jueza María Claudia Castro le comunicó que ya podía retirarse, que Guillén dirigió su frase contra Burlando. Todo se remonta a un exabrupto que tuvo el abogado de los Báez Sosa en una charla con la prensa, consultado en relación a una supuesta reacción de los imputados, quienes se habrían reído durante la declaración de Pablo Ventura.
“Estoy a muy corto tiempo de empezar a insultar a todo el mundo. Yo pregunto: ¿De qué se ríen, hijos de pu...?”, cuestionó Burlando.
Por otro lado, María Paula Cinalli, madre de Blas Cinalli y tía de Luciano y Ciro Pertossi, también se refirió al exabrupto de Burlando durante su declaración y le contestó al letrado. “Me ha llamado put... al decirle hijo de put... a mi hijo. Y eso corona una serie de hechos desgraciados que han nacido el 18 de enero de 2020″, sentenció la mujer.
COLECTA SOLIDARIA Y CEREMONIA INTERRELIGIOSA POR JUSTICIA
La ciudad bonaerense de Dolores declaró de "interés municipal" la ceremonia interreligiosa que los padres de Fernando realizarán hoy a las 19 en el Anfiteatro del Parque Libres del Sur, al cumplirse el tercer aniversario del crimen. Graciela Sosa pidió autorización a las autoridades para poder llevar adelante una "oración religiosa" y una "colecta solidaria", además de poder contar con una pantalla para proyectar imágenes, utilizar la luminaria y los baños públicos, todo lo cual será provisto por la Municipalidad.