Un joven de 21 años vivió una verdadera odisea el miércoles pasado, cuando se quedó a dormir en la casa de sus abuelos y entraron dos delincuentes que lo maniataron, le pegaron y lo patearon, antes de encontrar una importante suma de dinero que la familia tenía guardada tras haber cobrado una herencia, hace apenas un mes.
El escenario del tremendo asalto fue un chalet situado en 76 entre 1 bis y 2, donde viven los abuelos de la víctima: María Antonia Gambarotta (70) y su esposo, quienes circunstancialmente no estaban. "Yo había ido a dormir a la casa de mi hija, en City Bell y mi marido había salido un rato antes del robo", contó la mujer.
Por lo que trascendió de fuentes oficiales y de la propia familia asaltada, los ladrones irrumpieron en la propiedad destrozando a patadas la puerta principal, que es de madera.
Con pasos apurados fueron directamente hasta el dormitorio donde descansaba el nieto y le hicieron vivir un martirio, que debió soportar durante algo más de 20 minutos. "Al menos uno de los ladrones tenía un arma de fuego, con la que le pegaron tres culatazos en la cabeza”, detalló María Antonia.
Y agregó: "También le ataron las manos con precintos y lo hicieron tirar al piso de la habitación. Y mientras reclamaban saber dónde estaba el dinero de la casa, le pegaron algunas patadas en el cuerpo”.
Según la jubilada, los intrusos se "calmaron" cuando encontraron "los ahorros que teníamos con mi marido, que junto a la herencia sumaban un importante cantidad de dinero, en pesos y en dólares”, aunque aseguró desconocer el monto total.
Lejos de darse por satisfechos con ese dinero, los delincuentes cargaron dos televisores, dos o tres celulares y algunas joyas en el auto Citroën DS3 del hijo de María Antonia, y escaparon. El auto, hasta donde se sabe, tampoco apareció.
Según ventiló la abuela del joven, “mi nieto les quiso dar un cofre donde había algunas alhajas y no se lo agarraron. Lo que más querían era dinero y robaron bastante”.
Gambarotta presume que los asaltantes atacaron su casa "al voleo", sin tener el dato de la herencia. “Me resulta extraño que supieran, porque con mi esposo no le habíamos contado a
nadie del tema”, reflexionó, e insistió en destacar la violencia con la que actuaron los agresores: "Uno de ellos levantó del piso a mi nieto agarrándolo del pelo mientras lo amenazaba·'decí dónde hay plata o quemamos todo´".
Hace dos meses, a este mismo joven le robaron los cuatro neumáticos del auto cuando se quedó a dormir en la casa del padre.