Con la mécanica clásica de una salidera cualquiera, dos motochorros se apropiaron ayer de un botín millonario en un barrio de La Plata acostumbrado a este tipo de casos: La Loma.
La víctima fue el empleado de un grupo empresarial con varias unidades de negocios, entre ellas las dedicadas al desarrollo inmobiliario, la construcción, los medios de comunicación y la biotecnología, informaron fuentes oficiales. Según su versión, el damnificado denunció que lo abordaron luego de cambiar 30 mil dólares en una financiera en cercanías de Plaza Moreno.
Llevaba los 16 millones de pesos distribuidos entre un bolso y una mochila. Con ese dinero caminó hasta su auto, un Fiat Punto gris, con el que emprendió viaje hasta un banco en La Loma, en 44 y 29. Depositó ahí nueve millones, volvió a su coche y retomó la marcha, pero en el camino sufrió un evento que lo dejó paralizado. Ya eran más de las 12 del mediodía.
Según figura en la denuncia, al llegar a 42 entre 25 y 26, una moto con dos ocupantes que tenían los cascos colocados se le puso a la par y le mostraron un arma de fuego oscura. Aterrada, la víctima pisó el freno justo antes de escuchar que el ladrón que lo apuntaba le ordenaba: “No te hagas el vivo, abrime y dame la plata".
Decidido a no poner en riesgo su vida, el empleado entregó el bolso con los 7 millones restantes. Le sacaron también su teléfono celular y recién ahí emprendieron la retirada a toda velocidad.
Investigan el caso la comisaría Cuarta y la UFI 9.
CASO EMBLEMA
En 2011 se reglamentó la ley Píparo, sancionada en septiembre de 2010, después del trágico ataque a Carolina Píparo ocurrido el 29 de julio de ese mismo año también en La Loma. Fue en
la esquina de 36 y 21, donde le pegaron un tiro que impactó en el mentón, con orificio de entrada y salida y reingresó en la zona del hemitorax derecho anterior, atravesando todo el pulmón. Ella, en aquel entonces, estaba embarazada de 8 meses.
Producto de esa agresión, la actual candidata a la Gobernación bonaerense por el espacio que conduce Javier Milei, tuvo que ser sometida a múltiples y complejas intervenciones quirúrgicas, permaneciendo con riesgo de muerte durante más de un mes. Además, como directa consecuencia de las lesiones causadas, su hijo Isidro -nacido el mismo día de los hechos por medio de una cesárea- falleció el 5 de agosto del mismo año.
El episodio impulsó la sanción de la ley que obligó a todos los bancos a colocar mamparas para tapar la línea de cajas y evitar que los llamados pescadores “trabajen” con comodidad. Pero, como evidencia el último episodio, puede fallar.