Un delincuente se metió, de madrugada, en una dietética de 64 entre diagonal 74 y 23, de donde se llevó una fuerte suma de dinero y otros elementos de valor. En el caso resaltan dos cuestiones: tan picante está la zona donde ocurrió, que los vecinos hicieron ya un mapa del delito, y se sospecha que al atraco lo cometió "el ladrón de la franela", apodado así por la mecánica desplegada en otros comercios platenses.
Fue la empleada de la dietética quien descubrió el escruche al llegar a su trabajo y encontrar la puerta del blindex violentada. Llamó entonces a la dueña del negocio, quien se ocupó de denunciar lo ocurrido al 911 y, más tarde, aportar el material de las cámaras de seguridad.
Por lo que se ve en esas imágenes, la apariencia del ladrón y el modo en que actuó son similares a los del sujeto que robó recientemente, también de madrugada, en una agencia de loterías de 44 entre 199 y 200 y en un local del mismo rubro ubicado en 66 y 149.
En los tres hechos, el responsable actuó del mismo modo: llegó en bicicleta, causó daños en las puertas de entrada hasta abrirlas, huyó en el mismo rodado y regresó cerca de una hora
y media después, con la certeza de que no había alarmas ni peligro en los alrededores, para robar dinero y elementos de valor. Lo describieron además como un hombre de “entre 50 y 60 años”, al que se lo ve con un gorro de lana, un morral y una linterna que se pone en la boca mientras hurga en todos los rincones en busca de dinero.
Todos los locales atacados están en barrios distintos y tienen cámaras que registraron sus movimientos, lo que permitió saber que el sujeto borra sus huellas con una franela. Sin embargo, en la dietética se habría salteado este paso.
“Primero llegó en una bicicleta poco después de las 4 de la mañana (del lunes), maniobró para forzar la puerta de ingreso al local, luego se subió a la bici y se fue. Pero nuestras cámaras
mostraron que regresó a las 5 y media de la mañana, casi una hora después. Y ahí nos robó de todo”, contó la dueña de la dietética, Natalia Rugani, al diario El Día. Según detalló, el escruchante “se llevó bastante dinero, que estaba en una caja de metal y que tuvo bastante suerte de encontrar, porque nunca dejamos plata. Pero lo que pasa es que ese día tenía que pagar a proveedores. Me sirve de experiencia, no va a volver a pasar”.
El intruso arrasó también con el efectivo que había en la caja registradora, una notebook y un teléfono celular.