Lo único que pedía interiormente era que no le hicieran nada, porque tiene un nieto de 9 años y muchas veces le toca cuidarlo. La protagonista de esta historia de inseguridad en La Plata es una jubilada de Ringuelet, conmovida y, al borde de las lágrimas, tras haberla pasado muy mal en un cruel asalto.
La víctima se llama Ana Salerni, de 76 años, quien en plena madrugada sintió el sonido de la delincuencia. Fue cuando una serie de ruidos en su casa resultaron preludio de una pesadilla, la que interrumpió el descanso de la peor manera.
Actuaron tres delincuentes encapuchados y armados, que se colaron en el domicilio de la calle 3 entre 516 y 517 dispuestos a despojarla de todo lo de valor material que tuviera en el lugar.
“Fue entre las 4.30 y las 5 de la mañana. Me desperté porque escuché fuertes ruidos que venían del fondo de casa, que es por donde consiguieron meterse”, señaló.
Al respecto, acotó que “accedieron hasta allí después de ir por una lateral contiguo con otra casa, donde vieron un hueco grande sobre el final de la pared y desde donde bajaron a mi patio”.
“NO ME PERMITÍAN MIRARLOS”
Acompañada de un allegado, Salerni contó, enfundada en una bata de abrigo, que “estos pibes me dejaron quedarme en mi cama, pero me taparon toda. No me permitían mirarlos. Y eso que ellos estaban encapuchados”. Así y todo, la jubilada pudo reconocer a uno de sus asaltantes “por su voz” y porque, recordó, “suele pasar por acá”.
Ese delincuente fue quien le manifestó, cuando le dijo que reconocía su forma de hablar “sí, vivo en la villa”, en referencia a un barrio carenciado cercano al inmueble.
Un calificado vocero policial aseguró que “a la señora le ataron las manos y la dejaron sentada en la cama”. También puntualizó que los ladrones “entraron a su habitación por una ventana trasera”.
Cuando lo consultaron sobre cómo trataron a Salerni respondió que “no eran muy expresivos, hablaron lo justo y necesario.
La víctima del ataque reconoció que “me robaron algo más de 20.000 pesos, 100 dólares que me hizo llegar mi hijo tras haberlo visitado una conocida en Estados Unidos, un anillo que los ladrones me lo sacaron de un dedo porque pensaron que era de oro y también un poco de ropa”.
Sin embargo, siempre en base a las fuentes consultadas, la jubilada habría omitido revelar que ese monto de dinero supuestamente alcanzó a unos 3.000 dólares, 600.000 pesos”.
Salerni además refirió que le revisaron toda la casa y que se quedaron más de una hora en el lugar.
A su vez, lamentó que los autores del atraco “rompieron algunos vidrios y causaron daños en la ventana por la que ingresaron”.
Por otra parte, indicó que “después vino la Policía y también personal de Científica”, aunque dijo no tener en claro si los peritos hallaron algo de interés.
Visiblemente sensibilizada, reveló que “estoy en tratamiento médico -por una afección de salud- desde hace 17 años y me afecta mucho tener disgustos como este”.
Una vez con los asaltantes en fuga, la damnificada se contactó con el 911 y un grupo de oficiales arribó a la escena, pero, pese a algunos rastrillajes por el sector, no pudieron dar con los delincuentes, a quienes ahora tendrán que identificar para ir detrás de sus pasos.
El delincuente que fue reconocido por su voz le dijo a la jubilada que vive “en una villa” cercana
