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El "Tete", los jueces y una polémica que recién empieza

El nombre de Marcelo Ismael “Tete” Arévalo es muy conocido en los ambientes judiciales y policiales de La Plata, donde se acumulan las causas que lo tienen como imputado.

Lo increíble es que con todos esos antecedentes, 38 años, y buena salud, "Tete" gozaba de una prisión domiciliaria desde septiembre de 2022, otorgada por el Tribunal Oral en lo Criminal IV, a través del juez Emir Caputo Tártara. Sin embargo, según un vocero judicial, “la orden vino de más arriba y (el magistrado mencionado) no tuvo otro remedio que ponerle el gancho”. En las últimas horas, y con el escándalo explotando en los medios, salió a explicar por qué.

El Tribunal IV siempre rechazó los pedidos de la defensa de Arévalo. Obviamente la domiciliaria también, pero una vez efectivizada esa medida, no le autorizó ningún tipo de salida de la casa. Ni laboral, ni para hacerse un DNI nuevo, ni para reconocer a un hijo, ni para una consulta médica con un certificado predatado”, mencionó una fuente cercana al Tribunal.

Según el mismo informante, “el órgano de contralor superior del Tribunal IV, en este caso la Sala I de la Cámara Penal, lo advirtió incluso por haber detentado esa postura, que entendía rayana al conculcamiento de derechos”.

En agosto de 2020, en plena pandemia y  tras haber pasado siete meses en calidad de prófugo, el “Tete” se presentó en la comisaría primera de La Plata y, al entrar al hall central, lanzó: “Me dijeron que me estaban buscando”.

A partir de ese momento, el expediente judicial comenzó un intrincado recorrido, con dos denegatorias de parte del Tribunal IV a la domiciliaria y sendos planteos de hábeas corpus por parte de la defensa de Arévalo, que finalmente encontraron favorable acogida.

El 4 de marzo del año pasado, los camaristas Raúl Dalto y Miriam Ermillio le concedieron al Tete  la morigeración de la prisión preventiva bajo la modalidad de arresto domiciliario, por tener "arraigo y contención familiar” y “el efecto positivo que tuvo el aspecto pericial en el plano socio-ambiental y psiquiátrico”.

Aludieron también a los estándares que impuso “el fallo Verbitsky”, en el sentido de recomendar mecanismos alternativos a la detención efectiva en un establecimiento carcelario, siempre que esté asegurado el objeto del proceso, algo que, al menos en este caso, parecía no ser tan claro.

De todas maneras, por ese resolutorio, que había contado con un dictamen fiscal favorable, el Ministerio Público decidió cambiar de representante y acudir en queja a Casación, que rechazó el planteo por inadmisible, con el argumento de que esa instancia no sería la vía adecuada para resolver cuestiones de esa naturaleza.

La defensa de Arévalo volvió a mover entonces sus fichas, con la presentación de  otros dos hábeas corpus: uno en Casación y otro en la Sala I de la Cámara Penal, que volvió a intimar al Tribunal IV -que se mantenía en su postura de no conceder la domiciliaria por la ausencia de un doble conforme- para que cumpla con la orden impartida. La morigeración se hizo efectiva en septiembre de 2022.

256 LLAMADAS

Un reciente informe del Servicio Penitenciario bonaerense, fechado el 28 de agosto, advirtió de una serie de irregularidades en el cumplimiento de la domiciliaria y recomendó que sea revocada.
La nota mencionaba cinco presuntas salidas de la vivienda sin autorización por parte de Arévalo,  dos cortes o apertura de la tobillera electrónica y “256 llamadas” a su casa, que nunca respondió,  entre el 22 de septiembre de 2022 y el 26 de agosto de este año.

Estando bajo ese régimen, Arévalo -que firmó un abreviado de 3 años y 10 meses de cárcel- y está a la espera de su convalidación- sumó dos nuevas detenciones, que se hicieron efectivas. Una por pedido de la fiscal Cecilia Corfield y otra por el fiscal Gonzalo Petit Bosnic. ¿Cómo pudo pasar, si no podía salir de su casa?

Germán Oviedo, nuevo abogado de Arévalo, ensayó una respuesta: “No los cometió, estaba en su casa”. Y argumentó: "Si se toman por válidas las alertas de monitoreo, también deben validarse que al momento de los hechos el sistema lo ubicaba en su domicilio".

El letrado rechazó además la prueba que vincula a su defendido con un robo cometido en perjuicio de una jubilada, a la que le balearon el perro y le pegaron con el caño de una escopeta en la frente.

“Lo reconoció un policía por la voz. Es poco como elemento de cargo”, expresó. Cabe destacar que en las últimas horas allanaron la finca de Arévalo y la de su madre, donde hallaron 52 cámaras de vigilancia interna. En el primer caso 16 y en el otro, 36. Según Oviedo, su cliente instaló esos dispositivos para prevenir supuestos abusos y robos policiales en los allanamientos.

Por último, aunque no tuvo efectos prácticos por la detención que padece Arévalo en la actualidad, otra sala de la Cámara (la 4), el miércoles último, le revocó finalmente la domiciliaria. Hoy lo indagan.

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