El delito juvenil es una problemática dramática, que combina abandono, falta de contención y repitencia, en un contexto en el que sobran las fallas propias de un sistema apoltronado en la degradación de estos tiempos complejos.
En las calles todos están en peligro. Los propios delincuentes, cada vez más chicos, y quienes sufren sus embates, cada vez más violentos. Es que muchas veces, hartos de la inseguridad, vecinos y comerciantes salen a jugarse la
vida para hacer “justicia por mano propia”.
Es la ausencia de prevención policial algunas veces y, la puerta giratoria que se instaló en la Justicia, en tantas otras, los factores que desencadenan reacciones potencialmente riesgosas, aunque la cuestión no parece figurar en la agenda de prioridades. Tampoco la aplicación de medidas alternativas de abrigo o seguridad, pese a los enormes niveles de reincidencia.
En La Plata, en todo 2022, hubo 845 menores (imputables o no) involucrados en causas penales, mientras en lo que va del año 2023 las capturas ya suman 1045. Es decir, un incremento de casi el 24 por ciento.
En ese contexto, algunos personajes se han ganado una triste fama en la Ciudad, como uno de los “Hermanos Macana”, de 16 años, que suma ya 33 ingresos en diferentes dependencias policiales. Los investigadores dicen que actúa en conjunto con dos o más cómplices, también menores de edad, y que selecciona -de manera azarosa- comercios en la zona céntrica o, en la periferia, sobre los cuales comete el ilícito, tras forzar rejas, persianas, ventanas, techos o lo que impida su paso. Usa las modalidades escruche y piraña.
En tanto, el “Macana” de 15 años acumuló 27 ingresos en comisarías, generalmente junto a su hermano menor y otros cómplices, por el mismo tipo de delitos.
“Papichulo”, hoy de 18 años, pero que lleva un recorrido en el mundo del hampa, es dueño de un amplio prontuario con un total de 29 ingresos a dependencias policiales. Está involucrado en hechos delictivos en los que abundan daños en locales comerciales o casas de familia, aunque en los últimos tiempos fue capturado con armas y circulando a bordo de vehículos con pedido de secuestro o impedimentos legales. Los investigadores aseguran que fue subiendo su agresividad y potencial peligro.
G. N., con 17 años y 3 ingresos en dependencias policiales, también suele estar armado y moverse en motovehículos robados.
El caso de T. G., de 12 años, es increíble. Ya tiene 6 ingresos en diferentes dependencias policiales y siempre actúa en conjunto con dos o más cómplices de edades similares a la suya. Está filmado en casas de deportes, kioscos y en concesionarias de autos de alta gama. Atraca bajo la modalidad escruche y también piraña.
J. V. F., de 16 años, posee un total de 7 ingresos en dependencias policiales, generalmente junto a T. G., con quien ha cometido ilícitos en diferentes comercios, como así también concesionarias de autos de alta gama, bajo la modalidad escruche y también piraña.
EN BERISSO
B. L. E., de 17 años, entró 14 veces en dependencias policiales, por ilícitos sobre viviendas bajo la modalidad escruche, a las que ingresa tras romper ventanas o saltar muros, para tomar lo que primero que tenga a su alcance. También es conocido en la zona por causar daños en vehículos con claras intenciones de robo.
D. J.V., de 17 años, posee un total de 5 ingresos en dependencias policiales. Lo han atrapado circulando en vehículos con pedido de secuestro o con documentación apócrifa, teniendo también participación en otros hechos delictivos, como escruches a locales.
B. A., de 16 años, cayó 10 veces. Siempre actúa en conjunto con 2 o más cómplices, y generalmente atraca por la zona céntrica de la Ciudad, bajo la modalidad escruche y también piraña.
EN ENSENADA
T. S., de 13 años, fue aprehendido un total de 7 veces, las primeras, por circular en vehículos con pedido de secuestro o con la numeración suprimida. Sin embargo, fue por más y, a punta de pistola, cometió varios robos en la vía pública. Tal es así, que en una de sus aventuras, fue sorprendido en el interior de un camión destinado al reparto de mercaderías, y cuando quiso fugar a la carrera, fue detenido. Como último antecedente (y no por eso menos grave), se encontraba junto a T. D. a bordo de una moto a los tiros, por los que un nene de 10 años resultó herido en El Dique.
D. M, de 15 años, fue aprehendido un total de 8 veces. Se dedica a la sustracción de motovehículos junto a otros menores para su desarme y venta. Ya protagonizó varios choques con vehículos particulares y policiales.
A. B., de 17 años, fue aprehendido por personal policial un total de 6 veces. Resulta ser cómplice delictivo en reiteradas oportunidades de D. M. en la sustracción de motovehículos, para su reducción. Igual que en otros casos, fue escalando en sus actividades delictivas, hasta ser detenido por robo calificado.
