Una abogada de 73 años vivió una noche de auténtico miedo cuando estaba a poco de irse a dormir en su vivienda de Camino Centenario y 461C. Se trata de Susana Ballestero (73), quien fue abordada por tres sujetos justo cuando fue a cerrar el portón del garaje. Según contó ella misma, la estaban esperando dentro del parque. Eran las 22 del miércoles y arrancaba así un calvario que duraría alrededor de media hora.
La víctima llegó a ver que eran jóvenes "de entre 20 y 30 años", uno de los cuales le tapó la boca para que no pudiera gritar mientras le ordenaban que entrara en la casa con ellos. Otro, o el mismo, tenía un arma. Superada en número, fuerzas y poder de fuego, a la mujer no le quedó más opción que acatar las indicaciones.
Los intrusos estaban obsesionados con los "dólares" que esperaban encontrar -y no había- en la propiedad, por lo cual no ahorraron amenazas ni violencias. Después de atar a Susana de pies y manos le pegaron varias cachetadas en la cara y se abocaron a revisar la vivienda en busca de dinero en efectivo y objetos de valor.
“Los tres vestían ropa oscura, cubrían sus rostros con barbijos, tenían sus manos cubiertas con guantes negros de látex, como los que usan médicos y auxiliares para hacer cirugías, y además vinieron con precintos", que usaron para inmovilizarla.
Los intrusos escaparon por fin con 10.000 pesos, unos pocos euros, dos anillos de oro, la alianza de casamiento, aros también de oro, una gargantilla de plata y una pulsera del mismo material, según detalló la abogada, además de un televisor de 32 pulgadas y su auto, un Volkswagen Polo de modelo reciente que la mujer ya había guardado en el garaje. Abultaron el botín una aspiradora, perfumes y un celular, entre otras pertenencias.
Más allá del tremendo susto, la víctima resultó ilesa.
